Érase una vez…, o el arte de contar historias. Más viejo que el cine mudo y más importante que el material que estás utilizando. De nada te servirá tu drone, o la cámara de 30 megapixels sin tu capacidad de crear historias, de hacer al espectador viajar de un lugar a otro, aunque sean imaginarios. Es lo que distingue un vídeo potente de un simple video clip.
ESTE CONTENIDO ES EXCLUSIVO PARA LOS SUSCRIPTORES DE BICICLOWN PLUS. ACCEDE CON TU NOMBRE DE USUARIO O SI TE APETECE SUSCRÍBETE .
Espero os haya gustado el vídeo y recuerda que además de este contenido, tienes derecho como miembro de Biciclown Plus a descargarte el nuevo libro Consejos para viajar en bicicleta, y a dos documentales inéditos: Cuba contada por su gente y Un payaso se cruzó en mi camino.
Y ya hemos arrancado con las charlas de El Viaje interior.
Y recuerda que el día 15 de cada mes hay sorteo de regalos de Robens y de Spiuk entre los miembros de Biciclown Plus.
Gracias por vuestro apoyo.
Está es la parte más interesante de todo el montaje, al menos para mí, ya que la parte técnica la controlo profesionalmente (a mí manera al menos) e imaginación me sobra para contar o inventarme historias, pero no tengo la seguridad o la confianza de que vaya a interesar. Quizá porque no me pongo en el lugar del espectador y espero (inconscientemente) que ya sepa lo que voy a contarle, también me corta mucho «el que dirán» cuando te ven grabarte solo con la cámara… entonces se me junta todo, me bloqueo y es más fácil «olvidarte» y seguir a lo tuyo, pero por dentro de remueve la oportunidad que has dejado pasar de capturar un plano para acompañar la historia. El tipo de material es importante según evolucionas, pero para empezar con cualquier cámara decente vale, eso no me preocupa tanto como saber ordenar las ideas por la falta de confianza. Pero gracias a la humanidad de Alvaro, entre otros viajeros, estopy aprendiendo a confíar en mí y en la historia que cada uno tenemos para contar, aunque parezca igual, hay muchos matices diferentes.