Álvaro Neil (léase «al-varonil») estudió Derecho, pero es clown de nacimiento. El 8 de octubre de 2001 aterrizó con su bicicleta y los artilugios de payaso en La Paz (Bolivia), para iniciar su proyecto Kilómetros de sonrisas.
Dos meses antes de embarcarse en esta aventura, el autor trabajaba en una notaría de Madrid redactando testamentos y otros documentos harto interesantes.
Álvaro Neil (léase «al-varonil») estudió Derecho, pero es clown de nacimiento. El 8 de octubre de 2001 aterrizó con su bicicleta y los artilugios de payaso en La Paz (Bolivia), para iniciar su proyecto Kilómetros de sonrisas.
Su objetivo: recorrer Sudamérica en bici ofreciendo espectáculos de circo gratuitos a las personas más humildes. Fueron diecinueve meses, cerca de treinta y dos mil kilómetros (más de seis veces la distancia entre Madrid y Moscú) y cuarenta y nueve espectáculos para más de veinte mil personas.
El proyecto fue «auto-financiado»… pero como el coche que tenía no era de lujo, sólo le dio para cinco euros al día.
Padeció en su propia cartera la última gran crisis económica argentina y el paro general contra Chávez en Venezuela. El ejército colombiano estuvo a punto de expulsarlo del país, pero su nariz de payaso le salvó el pellejo.
Atravesó la Ruta 40 en la Patagonia, el mayor corredor de viento del mundo, y pedaleó a mas de cuatro mil novecientos metros por la cordillera de los Andes.
Del proyecto escribió el libro Kilómetros de Sonrisas, que va por la 4ta edición y un documental ya agotado.