No soy cinéfilo, todo lo contrario, soy vivéfilo: me gusta vivir la vida más que ver películas, y suelo ser yo el que hace las películas. Aquí un enlace a muchas de ellas. No veo series, no tengo televisión y del techo de mi bungalow cuelga una pantalla de vídeo que uso, más o menos, una o dos veces al mes. Recientemente he visto la película «No mires arriba» y me ha sorprendido la agudeza del argumento.
En realidad, no del argumento principal, sino del que subyace en la trama. Lo que te cuentan es que un grupo de científicos descubre que un asteroide va a impactar con la Tierra y, en seis meses y poco más, el choque provocará la extinción del Planeta. Este hallazgo se da en Estados Unidos, país modelo porque sus ciudadanos acumulan decenas de latas de alubias (beans) en sus alacenas y algunos hasta tienen refugio antinuclear en el jardín. La presidenta (solo en la ficción una mujer es presidenta de ese país, la realidad es que de vicepresidenta no ha pasado aún) de Estados Unidos decide no dar a conocer la noticia porque eso haría entrar en pánico a la sociedad.
Primera lección. Los líderes mundiales disponen de información que no comparten. Hasta cierto punto es lógico, pues dar la voz de alarma significaría un descontrol mundial. En estos casos, con la pandemia actual, no dudes que te dicen la mitad de lo que saben.
Seguimos con la historia. Finalmente los investigadores dan a conocer en la prensa la noticia, pero el mundo los somete a crítica mordaz en las redes sociales, ridiculizándolos y quedándose solo en sus imágenes externas. El profesor es el apuesto Leonardo DiCaprio y es bien visto por su apariencia de adonis romano, pero su colaboradora y real descubridora del asteroide es una mujer visceral que pronto es ridiculizada con memes en redes sociales. El público ha emitido su veredicto sin conocer el asunto.
Segunda lección. Si vives pegado a las redes sociales no estás viendo la realidad, sino lo que personas con filias y fobias te cuentan de la realidad. Vete a la fuente original y deja los prejuicios en casa.
El Gobierno de la nación decide, ante su impotencia para desviar el asteroide, delegar el asunto en la empresa privada, y en concreto, en un personaje cuyo perfil se asemeja demasiado a Steve Jobs. Un hombre que no pierde la calma y que se ofrece a salvar la humanidad explotando el asteroide de forma comercial pues está cargado de minerales que él precisa para sus negocios. Para endulzar más su propuesta promete que, con las extraordinarias ganancias, erradicará el hambre del planeta y todos seremos más ricos.
Tercera lección. Las ansias de poder de unos cuantos pueden hacer que el oro deslumbre tus ojos, y los cuentos de solidaridad son en muchos casos las falsas responsabilidades sociales corporativas de muchas empresas. Lobos con piel de cordero.
El país se fracciona en dos. Dos esquemas mentales, dos formas de ver la vida. Los que miran arriba, los que afrontan su destino, los que comienzan a despedirse de los otros, celebrando reuniones íntimas para valorar sus últimas horas con vida, aceptando que nada pueden hacer y que la muerte es inminente, y por otro lado, los que te dicen que no mires arriba, que sigas consumiendo, bailando, viajando, descorchando champan, porqué la empresa privada lo tiene todo controlado y nada va a pasar.
Evidentemente el planeta Tierra desaparece y cuando el personaje de Steve Jobs observa que su plan de detener el asteroide ha fallado, ya tiene preparado un avión para salir de la Tierra durante el impacto y volver más tarde. Él salva su vida y en su avión hay una plaza para la presidente del país.
Cuarta lección. Por salvar su vida, muchos venderán la tuya. La vida es un asunto privado, individual, no colectivo, y cada uno debe decidir cómo vivirla y dónde mirar.
Más allá de la lectura científica y de si una catástrofe natural, continuada como la contaminación (hoy record histórico de contaminación en Madrid) o repentina como un asteroide chocando contra la Tierra, supondrá el fin de la humanidad, no debemos olvidar que la humanidad no es otra cosa que una suma de individuos, no algo que te encuentres en el metro. No hay humanidad sino individuos como especie, igual que no hay mamíferos sino ballenas y elefantes. Categorizar es comenzar a distanciarse de la realidad.
La lectura más importante para mi de la película No mires arriba, es la denuncia de la falta de conexión interna de los individuos en esta sociedad. Estamos tecnológicamente conectados pero internamente desconectados. Sabemos qué tiempo hace en Sidney pero no sabemos nuestro estado de ánimo, nuestras reservas de voluntad. Llegaremos tan lejos como nos permitan las baterías eléctricas de nuestros vehículos en lugar de confiar en nuestras fuerzas propias. El ser humano salió hace millones de años de África (homo ergastus) para descubrir el mundo pero aún no ha hecho el descubrimiento más importante: no se ha descubierto a si mismo.
Cuando la película te incita a no mirar arriba, lo que está diciendo es que no mires adentro, que sigas viviendo en el metaverso y jugando con tu avatar.
No importa el dinero que tengas, dónde vivas, cuántos seguidores tengas en redes sociales ni la potencia de tu vehículo. Lo único que importa es que tu vida te pertenece y a nadie podrás reclamar si tu paso por ella ha sido en vano. Si no puedes reunirte contigo mismo y ver los asteroides golpear contra tu ventana y los muros de tu casa, si debes ir corriendo de un lado para otro intentando escapar de ti mismo, es señal de que debes mirar hacia adentro.
No mires arriba es la metáfora de que no busques en tu interior. Sigue distraído con las cosas materiales y el fin del mundo te pillará comprando lo que no necesitas en Amazon prime. El repartidor te lo llevará a tu tumba.
Paz y Bien, Álvaro el biciclown.
P.D. He ayudado a cientos de personas a escucharse, conectarse y aceptarse en el curso vivir con propósito. Míralo y juzga por ti mismo.
De acuerdo que el mundo no es como lo vemos o como quieren que lo veamos pero criticar las redes sociales y su falso mundo desde las redes sociales invitando a «curarse» en cursos ofrecidos en redes sociales me parece tan contradictorio como decir que no sueles ver peliculas porque prefieres vivir la tuya propia a la vez que haces la crítica a una película que acabas de ver.
Todos somos contradictorios e incoherentes, admitámoslo.
Gracias.
* ¿ Alguien se lee las políticas de privacidad ? Yo lo he intentado y es para hacer una tesis.
Hola Francisco. Nadie invita a curarse, invita a reflexionar. La cura, si existe, está dentro de ti, no en un curso. El curso vivir con propósito ha ayudado a muchas personas, solo tienes que ver los testimonios, a conocerse mejor. Somos poliédricos más que contradictorios.. un abrazo
Hola Álvaro, he visto tu comentario en Instagram y he leído tu critica en el Blog sobre «No mires arriba» totalmente de acuerdo, la peli es un análisis de la realidad, de lo que está pasando, para mi una obra de arte que hay que ver varias veces, está llena de detalles. Un guión de 10 De todas maneras por mucho que la veamos, asintamos, y esetmos de acuerdo poco van a cambiar las cosas.
¡Saludos!
hola José. El guión a mi a veces se me hacía pesado y aguanté el impulso de dejar de verla. Pero es una buena pelicula. un abrazo
A mi tampoco me gustó tanto como a José. Esta muy bien dentro de la mediocridad de muchas otras películas pero hay también muchas mejores y peores.he visto varias buenas últimamente. Yo sí soy cinefilo y al mismo tiempo vivo escribo leo y… bueno ya sabéis un poco de todo..
Lo que sí que creo que es un acierto es como puntualiza tantos fenómenos que observamos día
a día. Aparte de los ya citados, la vida política, la corrección política, la importancia de la imagen, la manipulación de la información, las ganas de creer en algo sin importar el que de la gente, el menosprecio hacia la ciencia y los cientificos, la falta de comprensión del público general de los temas de ciencia, los falsos expertos…. Etc
Nos gustaría conocer tus recomendaciones. Un saludo
Hola Álvaro. Me ha encantado tu análisis aunque deberías advertir al principio que el post puede contener spoilers jajajja y sobre todo la idea de que somos poliédricos. Reconozco que no conocía la palabra y me ha encantado. Lo único que no comparto es negarse a ver series o películas para vivir tu propia película, pues creo que no son incompatibles. Las series o películas son también cultura que evidentemente no deben enmascarar tu película. Efectivamente un control como tu bien haces de una o dos pelis o series al mes no hace daño. La tele como tal, si se puede apagar salvo uno o dos programas, y no pasaría nada. Lo que no comprendo es la gente que se pega atracones de series o sí, porque escuché en otra serie española, el entretenimiento de esa tele, serie o película entra más fácil tras las ocho horas de oficina aunque luego presumamos de ilustrados leyendo libros… En cuanto a mi lectura de la película que yo si recomiendo para trabajar con jóvenes (de hecho yo la ví porque tengo pendiente un cine forum con chavales de 18 años) es la siguiente pregunta que en parte ya contesté: ¿por qué vale tanto una industria que nos entretiene? ¿Por qué una película de más de dos horas y media, de los cuales más de 15 minutos son los créditos? Un saludo. SLPS
Perdona que te chafara el final. Mi tiempo es limitado. Y como tenemos que elegir, prefiero mirar la hoguera que ver una serie. Sobre todo porque la hoguera siempre me trae buenas historias y las series…
El valor de la industria no es su cotización en bolsa. Que algo tenga un precio XXX no significa un valor XXX.
El valor a las cosas se lo damos nosotros.
un abrazo