El miércoles 7 de febrero a las 7 de la tarde en la biblioteca pública de Estella (Navarra) presentaré el libro Abrazar la incertidumbre y hablaré de cómo la pasión ayuda a luchar contra la incertidumbre.

En palabras del filósofo danés Kierkegaard, cuando definía la Fe, señalaba:» es la contradicción que se establece entre la pasión infinita de la interiorización del individuo y la incertidumbre objetiva».

Muchas personas, muchas, me dijeron que me equivocaba dejando un trabajo con un buen sueldo por una vuelta al mundo en bici. No tenía sentido.

Al volver no tendría trabajo, casa ni dinero.

Un ser humano que carezca de casa, alimento y de otros sustentos básicos no llega muy lejos.

¿O si?

Es tal vez la sed la que nos hace ir a la fuente. 

Tener la nevera llena de agua no provoca la acción.

Terminé la vuelta al mundo en el 2017. Fueron trece años fuera de mi país, y efectivamente, los que habían pronosticado que al volver no tendría casa, trabajo ni ahorros acertaron.

Bueno, ahorros si tenía. En eso se equivocaron. Porque al ir escribiendo libros durante la vuelta al mundo no tuve que tocar los ahorros.

También murió mi madre y me dejó en herencia 1/6 de un piso. No es mucho pero es un gran regalo para quien no tiene nada. Así que compré una autorcaravana de segunda (o de tercera) mano.

Ya tenía casa.

Para derrumbar los pronósticos más pesimistas antes de iniciar la vuelta al mundo solo necesitaba trabajo. En realidad el trabajo no es algo necesario.

Lo importante es generar ingresos.

Trabajar es secundario. Quiero decir que si haces algo que te gusta, como silbar o cortarte las uñas, o pintar o escribir libros y te pagan por ello, no creo que alguien lo considere un trabajo.

Al dar conferencias no siento que estoy trabajando. Si debo prepararme pero es un placer compartir mi filosofía de vida e inspirar a otras personas a vivir. Así que la pasión con la que lo hago me impide verlo como un trabajo.

Con lo cual, tras haber pasado ya 7 años desde que terminé la vuelta al mundo, tengo trabajo, casa y dinero.

El trabajo es sin horario fijo, sin pagas extras e incierto. No se cuántas conferencias daré este año o cuántos libros o cursos online venderé.

La casa, ahora mismo es un bungalow de alquiler por el que el frío se cuela a vivir. Hoy nos hemos levantado con 3º C dentro de casa, pero así nos abrazamos más. 

Y el dinero sigue entrando porque me preocupo no por lo que gano sino también por lo que gasto. Rara vez voy a comer fuera de casa, no compro ropa, joyas, no tengo amazon prime, spotiy, netflix, eurosport…

La incertidumbre objetiva de la que habla Kierkegaard la he suplico con fe.

Una fe que es una seguridad sin garantías. 

Una pasión que es un bastón de ciego en la noche oscura. Una pasión que me ha llevado a recorrer al mundo, a salir 7 veces victorioso del encuentro con la muerte, a comprender, además, que no se trata de encontrar respuestas antes de tiempo, sino de ser capaz de aguantar el tipo ante las preguntas, antes el Tribunal de la razón kantiano.

Cuando la gente te haga preguntas sobre cómo vas a vivir, de qué vas a vivir, dónde vas a vivir, si sigues tus sueños y luego no tienes nada, mírales firmemente y diles:

– No lo se, pero ahora mismo eso que me planteas es un problema del futuro, no del presente. Ahora tengo que salir a cumplir mi propósito y no puedo detenerme a buscar respuestas a problemas del mañana.

La fórmula para vivir con pasión, para mirar a la incertidumbre sin bajar los ojos, al menos, la que a mí me ha funcionado es Vivir con propósito. 

Y si no te funciona dímelo, te devuelvo tu inversión.

Paz y Bien, el biciclown. 

Si quieres el libro Abrazar la incertidumbre gratis, ven al Retiro de Invierno los días 16, 17 y 18 en Artaza (Navarra). Quedan poquitas plazas. Toda la info de Viajes y Retiros.