Lo que caracteriza al ser humano, decía Ortega, es que es una vida autobiográfica. A cada paso el ser humano se va determinando, reformulando y autoafirmándose en una búsqueda de su propósito. Pero somos seres sociales, y la sociedad en la que hemos nacido ( o caído más bien si admitimos que nos traen las cigüeñas) va a configurar lo que podemos ser. No lo que somos, pero sí lo que podemos ser.

Es lo que en antropología cultura se llama enculturación: tu familia, la escuela, tu barrio, tus amigos, tus gustos musicales.., va a definir tu personalidad.

¿Se puede eso cambiar?

Si y no. Es decir, hay elementos que no vas a conseguir cambiar, como tu amor u odio por tu familia, país o lengua. Hay muchas cosas que sí podrás modificar, como tu círculo de amigos o tus gustos musicales o…: TU PROPÓSITO.

Roger Bastide habló ya en 1972 de la ley de recursividad. Aquéllo que creémos ser es lo que seremos. Es el poder de una idea como el aberrojo, del que durante mucho tiempo se pensó que no podía volar y volaba, aunque la física demostró que tiene condiciones físicas para hacerlo, aunque no para llegar muy lejos.

La mayoría de los grandes aventureros se hicieron un lugar en la historia porque superaron sus límites. Los demás les decían que no se podía pero ellos pensaron que podrían hacerlo y al poner en ese empeño todas sus fuerzas lo lograron.

Hay algo muy importante en este tema. Lo lograron porque su tarea estaba alineada con su propósito. Por mucho que se empeñe un delfín no volará. No está en sus genes, en su constitución. Pero un pequeño pájaro, con constancia y propósito lo logrará.

De ahí lo fundamental de identificar nuestro propósito, lo que nos hace diferentes a los demás, lo que nos hace únicos. Solo descubriendo el propósito, la fuerza empleada en conseguirlo será bien dirigida.

En otro caso, mucha fuerza sin un propósito determinado, será como intentar abrir una puerta que gira hacia afuera empujándola hacia adentro.

Querer NO es poder. Querer algo es el principio, pero tener un propósito acorde a tu personalidad es fundamental para el éxito de tu empresa, sea personal o profesional.

Por más que quiera el delfín volar no lo logrará.

 

Cuando analices tu vida y veas que te falta por conseguir tu gran sueño, no será por falta de ganas, sino porque estás empujando la puerta en la dirección contraria. Frases motivadoras tatuadas en tu antebrazo solo conseguirán cabrearte más. O te paras a analizar y buscar tu propósito o seguirás yendo en la dirección errada.

En esta vida incierta que habitamos se pueden ser muchas cosas pero solo debemos ser una: nosotros mismos, y es una tarea bien difícil cuando todo el mundo te dice lo que tienes que ser, o no dejas de mirar lo que otros son en lugar de bucear en tus entrañas, asumir tus limitaciones, descubrir tus potencialidades y convertirlas, como diría Aristóteles, en ACTO.

Todo cambio, TODO, es positivo, porque lo que no cambia está muerto. Hay cambios que te conducen más rápido a tu esencia pero todos tienen en su interior vida y lecciones que darte. No rechaces ningún camino que conduzca hacia tu interior y desconfía de atajos o de fórmulas mágicas como la lotería de navidad.

Solo el autoconocimiento puede conducirte a tu propósito. Querer luego ser lo que has descubierto es mucho más fácil. Puede incluso que, cuando descubras tus propios mecanismos, la puerta se abra sola.

Paz y Bien, el biciclown.