En nuestra vida tenemos termómetros que miden la temperatura del cuerpo y otros que indican la temperatura de nuestra alma. Hoy voy a de hablaros un termómetro del alma que siempre me funciona.
Son los lunes. Yo amo los lunes. Son días en que todo comienza, todo es posible, las esperanzas se renuevan y los propósitos tienen una segunda vida. Sin tener que esperar al 1 de enero, los lunes son una oportunidad de rehacerse, reciclarse y reinventarse. Al menos eso es así ahora, no siempre lo fue asi.
Cuando trabajaba en la notaría en Madrid, los lunes eran días un poco grises. Algunos compañeros de la oficina venían con cara de haber tenido un combate de boxeo el fin de semana, los papeles que el viernes no había terminado de completar me esperaban encima de la mesa amenazándome con suicidarse lanzándose en vuelo sin motor hasta el suelo. Los dedos no iban igual de rápido sobre el teclado del ordenador y siempre había clientes que te recordaban que les faltaba su copia.
La semana parecía una larga cuesta arriba cuya meta, el sábado, no se veía detrás de la curva ingente de papeles.
Y esto cambió cuando empecé a vivir mi propósito, ser responsable de mi vida y asumir mi libertad. Si dejas de quejarte de un montón de cosas que no dependen de ti y aceptas lo que si depende de ti (máxima estoica) empezarás a ver la meta en los lunes sin tener que esperar a los sábados. No tienes que cambiar nada más que tu mirada.
Solo tomando conciencia de lo que está y lo que no está en tu mano, podrás cambiar tu fortuna. Hasta entonces solo moverás de sitio los muebles de salón, pero el espacio seguirá sin crecer.
Los lunes son un termómetro del alma para quienes no tenemos miedo de medirnos la temperatura del alma; si hay fiebre de alegría y de ganas de comenzar a trabajar, si te levantas incluso antes de que suene el despertador para recibir el sol y darle las gracias por alumbrar tu vida, tu temperatura vital está en óptimas condiciones.
Si quieres sabe cómo yo, y cientos de personas lo hemos logrado, solo debes mirar el curso vivir con propósito y seguir paso a paso sus 25 lecciones. En menos de tres horas habrás empezado a amar los lunes.
Paz y Bien, el biciclown.