If it’s a good movie, the sound could go off and the audience would still have a perfectly clear idea of what was going on. (Si la película es buena, se podría quitar el sonido y el público se haría una perfecta idea de lo que está pasando. ) —ALFRED HITCHCOCK
Si se congelara tu vida ahora, la mía, la de todos, y alguien viniera de otro planeta y nos observara. ¿Qué vería? ¿Cómo es tu vida en este segundo? ¿Estás amando lo que haces, estás viviendo con propósito? La mayoría de nosotros vivimos en el futuro, un espacio inventado que es como la alfombra de casa en la que acumulamos todo lo que no hemos conseguido hoy. Al futuro mandamos nuestros sueños, nuestros inventos, nuestras poesías.
Si el mundo fuera silencioso e inmóvil, ¿cómo te veríamos? Si la visita que se anuncia a tu casa para la semana que viene llega hoy, ¿cómo te encontraría? Necesitamos aceptar que vivimos con un pie en el pasado y otro en el futuro, y que de ese modo, nuestras piernas se abren cada vez más y estamos en constante inestabilidad. Intenta colocar tus dos pies en el presente, juntitos y verás que también un pequeño empujón te desestabilizará.
¿Cuál es el truco para vivir? Siguiendo con la metáfora de los pies y el equilibrio, adopta la postura más cómoda y estable que puedas. Es posiblemente aquella en la que tus pies están situados debajo de tus hombros. Una separación de medio metro entre tus pies será la idónea. Ahí es donde debes vivir. En el presente, pero conectada con el pasado, con tus experiencias para aprender de ellas sin revivirlas, sin volver a ver la película y solo leyendo el resumen, y mirando al futuro, a donde quieres ir, pero si clavar tu mirada en el horizonte de modo permanente porque te perderás, te caerás. Hay que vivir como cuando pedaleas de bajada entrando en una curva. Miras hacia adelante para ver si viene un coche, pero sobre todo hacia abajo o tu futuro inmediato por si hay una piedra o bache, y ocasionalmente hacia atrás por si aparece un coche. Vivir es estar en el presente, aprendiendo del pasado y proyectando la mirada, sin posarla, en el futuro.
Esta frase del gran maestro del suspense me hizo recordar que vivimos con demasiado ruido y que el ruido no aporta valor a lo que hacemos. Debemos desnudarnos de pretensiones y de intenciones. Volver a respirar, lo más básico e íntimo que tenemos, conectar con el presente, bajar la mirada, juntar un poquito los pies y comenzar la semana con más humildad.
Que quien te vea hoy descubra en ti una luz que no viene de afuera, que escuche en ti silencio y, aún asi, pueda entender quién eres y qué haces.
Paz y Bien, el biciclown.