(Oviedo). Twitter es una gran herramienta para obtener información y hasta para conseguir marcar una reunión. Si una empresa o compañía no te hace caso o no encuentras su correo electrónico en su web, basta que les menciones en Twitter para que ellos salgan a cubrir tus demandas. Así es como conseguí una reunión con una de las máximas autoridades del Deporte del Principado de Asturias. Desde que he regresado a mi tierra, siete meses después de haber concluido en Oviedo, mi ciudad, la vuelta al mundo, nohe tenido contacto algunos con las autoridades a nivel cultural, deportivo o de turismo.

Por Twitter obtuve el correo electrónico que andaba buscando y marqué una reunión con el responsable del Deporte en Asturias, que  tuvo lugar en la segunda planta de un moderno edificio y duró veinte minutos. No es preciso desvelar el nombre de mi interlocutor, interesa más su responsabilidad en el ámbito de la administración pública y su opinión de mi proyecto, que se puede resumir en dos de sus frases.

1- Lo que tu has hecho no es un deporte, sino más bien una actividad física. Avalado por sus conocimientos técnicos en la materia, concluye que para ser catalogado de deporte tendría que tener un reglamento, una federación y hasta ciertas competiciones, sino ser olímpico, al menos un mundial. Viajar en bici con alforjas no es deporte. En la vida conviene no perderse entre los árboles porque te impedirán ver el bosque. Entrar en una discusión terminológica y académica nos desviaría del asunto. Un tipo, de Oviedo, ha dado la vuelta al mundo en una bicicleta con un proyecto solidario ofreciendo espectáculos de clown gratuitos en favor de la gente más humilde, por el camino ha ido escribiendo libros, haciendo documentales y compartiendo su experiencia mediante charlas a la vez que ha realizado centenares de entrevistas llevando la imagen de Oviedo, de Asturias y de España por el mundo. Estos son los hechos. Enredarse en calificarlo de deporte, actividad física, ong sobre ruedas, escritor nómada, corazón aventurero, soñador empedernido, o quijote del siglo XXI, no tiene importancia. Nos alejan del tema.Las etiquetas del frasco no pueden tener más valor que el contenido.

Durante mi viaje de trece años he tenido muchas reuniones con personas que no conocía. Reuniones improvisadas, en fronteras, pidiendo alojamiento, tratando de organizar mi espectáculo, con mecánicos que podían reparar mi bici, en hospitales que me salvaron la vida, con policías…., y uno sabe cuando la otra persona está de tu lado o está en tu contra. Cuando la palmada en la espalda es un empujón hacia adelante y cuando es para que te quites de en medio. Es la intuición la que aporta luz a este tema.

2- Has llegado en un mal momento. Parece ser que ahora no hay presupuesto para colaborar con una posible campaña de difusión, mediante charlas u otro tipo de actividades, de mi proyecto. Nos olvidamos que primero son los planos y luego se buscan los fondos para construir la casa, que primero se tiene un deseo, una idea, y luego se buscan los medios. Porque de ser al revés, esto es, de haber medios suficientes, ¿Justificaría gastarlos en cualquier actividad? No lo creo. Primero hay que evaluar si vale la pena. Se invierte en algo porque vale la pena, no porque hay fondos, y si algo vale la pena se buscan los fondos.

Así al menos es como he realizado, con mi patrimonio y mi salud, la vuelta al mundo. Primero apuesto lo mío, y los demás ya se sumarán si les interesa. Y si se suman es porque les interesa, que no tengan fondos, es un impedimento temporal no definitivo.

Tras concluir la reunión volví a la calle, me subí a la bicicleta y me fui a un bar a tomar un café y a pensar en lo ocurrido. Es evidente que uno no puede hacer que le brillen los ojos a una estatua de cera, que no se puede conseguir que las flores de plástico tengan aroma, que abrazarte a una almohada no es lo mismo que a tu novia.

He tratado de infundir pasión, de incendiar un alma, de alumbrar un fuego, pero no hay esperanza.

Volviendo a la oficina desde la que escribo esta crónica me he encontrado con otros ciclistas. Uno de ellos Alperi, primer ciclista asturiano que consigue un diploma olímpico. Cuando le conté lo ocurrido, sus venas se hincharon, sus ojos se convirtieron en dos huevos cocidos a punto de salir de la cáscara y comenzó a relatarme su experiencia de cómo ha sido su relación con las Instituciones Oficiales de este Principado, en un deporte olímpico. Lo suyo si estaba regulado y había competiciones. Supongo que a él le dirían que lo suyo no era una actividad física.

Paz y Bien, el biciclown.