Pero nada de lo que ocurrió aquélla tarde hubiera sido posible sin la ayuda de una persona que no conozco. Alguien que (como tú querido-a lector-a) se asoma a esta ventana y decidió brindarme su apoyo. Jorge Barral tiene ideas de bombero. Al fin y al cabo esa es su profesión. Coleccionista de mis libros y mis películas recordó que su hermana Marta viví en Dili y le pidió que me diera asilo nomadístico. Diez días en Dili fueron suficientes para organizar el Taller de clown, la presentación del documental A la Velocidad de las mariposas y regalar sonrisas a casi 400 personas. Gracias al apoyo de Gonzalo (un vallisoletano más majo que las antiguas pesetas) y la organización para la que curra: la OIM. Una organización preocupada por el retorno y la integración de los desplazados a sus lugares de origen. En el lugar donde ofrecí el espectáculo la violencia había quemado las casas de los moradores, por lo que la ayuda de la OIM se extendía al apoyo logístico para levantarles nuevas casas. Básicas construcciones de bloques de cemento, sin color, con tejados de chapa metálica y ventanas de esperanza. El director de la OIM, Luis Vieria, no faltó a ninguna de mis actividades, brindándome con su presencia su cariño por el proyecto que desarrollo desde el año 2.004.
Siempre me sucede igual. Levantó adhesiones en personas que comparten conmigo visiones de vida paralelas. Como la Hermana Inés, una monja inclonable, incombustible e independiente (o autónoma) de todo menos de Dios: su proyecto de vida.
Dejé Dili en el barco Berlin Nakroma (regaló de Alemania a Timor Leste) olvidándome en aquélla colina una parte de mi corazón. Pero el corazón es un músculo que, a fuerza de darlo, se multiplica. Sin embargo todo lo hecho en Dili no me servirá de mucho en mis próximos destinos. Volveré a tener que ganarme la confianza de las personas, su apoyo, su simpatía, como si todo lo hecho hasta ahora fuera baldío. Esa es la vida del que muda constantemente de línea de horizonte. Del que ha derribado de un soplido los muros de su casa, haciendo del camino su pasaporte.
Desde Oecussi (Timor Leste), Paz y Bien, álvaro neil, el biciclown
P.D. Millones de gracias a todos los que en Dili (y en Oecussi) me han apoyado con su presencia, su logística y hasta su patrimonio.
Todas las edades | D.Jose Ramos Horta y D. Biciclown |
Grandes amigos en Dili | Algunos colaboraron a tope |
Paz y bien, también para ti biciclown.
Que la sonrisa acompañe a tu nariz, cada día de tu vida, cada instante…
Ola, vi-te no Oecussi.. almoçamos na mesma mesa no «restaurante» da Dona Fernanda e pouco sabia de ti excepto que andavas a volta do mundo em bicicleta e que alegravas as crianças e adultos com o teu sorriso de palhaço..
Agora começo a ler e conhecer melhor toda a tua aventura. Admiro a tua generosidade. Continua assim ajudando toda essa gente que precisa apenas de um sorriso por dia para viver.
Um grande abraço e sorte. (desculpa escrever em português)