Hacia unas semanas habia pasado por aqui el chino que viaja en moto y que me cruce en Gabon (ver capitulo denominado Curiosidades). Y hacia un año un par de alemanes tambien en moto que se tiraron tres dias en el pueblo esperando la autorizacion para curzar. Pero no recordaban haber visto antes un tipo en bici. Y llevaban dos años destinados en aquel maldito puelo. Maldito porque en Kabala no habia agua, ni electricidad, ni siquiera pasaban coches. Solo una tienda, que tenia un poco de todo, motivo por el cual su dueño le habia puesto de nombre Pekin, como la capital de China donde hay de todo.

El jefe de la villa me dio un lugar para alojarme en la casa que su hermano el senador estaba haciendose. No se si para celebar mi llegada o porque cualquier excusa es buena, lo cierto es que le dieron duro al vino. Don Garcia, un vino español que tumba solo con olerlo.
El jefe de villa, Fidel, se paso luego todo el dia de despues durmiendo la mona en mi refugio. Solo se levanto a vomitar y a mear.

En un principio me decian que el sabado habria un coche, y si no el domingo, y si no…, batiria el record de estancia en Kabala de los alemanes.