El viaje de tres horas en la parte de atras de una camioneta fue horrible, pero valio la pena el esfuerzo.
Miles de personas de toda la region se reunen en torno a una charca que de milagro no se seca por el sol, y se sumergen en el lodo en busca de los peces.
La fiesta es acompañada de un gran mercado y de carreras de caballos y camellos. Pero lo que mas me llamo la atencion es ver como hasta los mas pequeños se sumerjen en esas aguas antitrasparentes para buscar peces de un tamaño proporcionado a su talla. Tal vez el año proximo no haya mas peces en el mar de Bamba si a los pequeños no se les deja crecer