El Centro de jóvenes de Gatenga está situado en las afueras de Kigali, se accede por una pista de barro que cuando llueve te hace caminar dando saltos. Todas las tardes, a eso de las 15h, se abren las puertas del centro para que los chicos del barrio puedan practicar baloncesto, fútbol, voley o simplemente correr por sus grandes instalaciones.
Cuando le conté al Padre Jean Pierre quién era yo y lo que pretendía hacer, consultó con sus compañeros, y volvió con el permiso para que me quedara con ellos una semana mientras preparaba el espectáculo. Durante estos días los chicos ya se iban preparando para el show, y al abrir hoy las puertas corrieron veloces para ocupar sus puestos delante del escenario. Algunos preferían verlo desde el «palco del contenedor», y muchos se quedaron sin silla. Más de 500 personas recibieron su dosis de risa bajo un foco solar que me hacía sudar como un pollo. Gracias a los salesianos de Kigali por su ayuda para ofrecer este espectáculo.
Al dia siguiente de terminar el show, con el traje aún húmedo y la nariz sin planchar, abandoné el centro, pues le había dicho a Jean Pierre que me quedaría una semana, y un payaso debe cumplir su palabra, no solo su risa.