Sabe que Mugabe puede levantarse cualquier dia con la brillante ocurrencia de quitarle a los blancos tambien las minas. Por tal motivo no se dedica a buscar oro, sino tan solo a procesar lo que otros encuentran. Es el que menos cobra de la zona y por ello ha recibido varias amenazas de muerte. Su ganancia esta en el alquiler de los tractores para que la gente pueda traer los montones de tierra que supuestamente esconden oro, y en procesar la tierra que ellos dejan y que contiene unos dos gramos de oro por Tonelada. Trabaja incluso sabados y domingos si hace falta y el molino se estropea, como ocurrio en esta ocasion.

Los buscadores de oro locales invierten rapidamente la ganancia en marihuana, cerveza y mujeres. Un euro y medio tener sexo una vez y 3 euros toda la noche. El doble si quieres hacerlo sin preservativo. El oro que obtienen deben por ley venderlo a la reserva nacional de Zimbabwe, pero casi nadie lo hace, pues pagan tres veces menos que en la calle. Los mineros pueden pasar toda la noche sentados en su monton de tierra y piedras a la espera de su turno para procesarlo. Enterrado en esa tierra esta su dinero.

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