Ni una bicicleta blanca más

En esos paseos se juntan a diario más de 1.000 personas. No son cliclistas de lycra y casco, sino niños, mamás, y gente jóven que desea recuperar la ciudad: un lugar que en sus orígenes era habitable y que ahora es un circuito donde los coches son los que marcan el ritmo.
Los domingos por la mañana el centro de la ciudad de Guadalajara está tomado por las bicis, patinetes y gente caminando. En una iniciativa que arrancó hace ya varios años; el ciudadano por unas horas, vuelve a sentir que la ciudad es suya. Es un espejismo que dura media mañana. Los vehiculos aguardan impacientes para contaminar el aire. Las concentraciones de NO2 en Guadalajara son las segundas más altas de América Latina. Casi el doble de lo que recomienda la OMS.
Llegué a Guadalajara todavía nervioso tras el incidente del día anterior. Un camionero se había dormido al volante y casi me atropella al invadir mi parcela de aparente seguridad: el arcén o acotamiento. Unos kilómetros después encontré al camionero, que no podía pasar la garita de pago por un problema en su tarjeta, y fui directo hacia él. No me dio tiempo a abrir la boca. En cuanto me vió venir se disculpó:
«Perdona me dormí…»
Mi rabia creció de repente. El cabrón no sólo estuvo a punto de matarme sino que, a pesar de ser consciente de que estaba durmiéndose, siguió conduciendo y, de no ser por su problema de pago, hubiera seguido en ruta muchas horas más. Sus ojos estaban rojos. La mayoría de los conductores toman drogas para poder trabajar hasta 18 horas. Las empresas no controlan si sus camioneros duermen o trabajan en exceso. Un chico que controlaba la logística de los camiones en la Nestle me lo confesó:
«Un día me di cuenta que sólo 5 de 100 camioneros que trabajaban para nosotros eran confiables; estaban en regla y cumplían con la ley»
Si eso ocurre en una empresa como la Nestle os podeís imaginar cómo funcionan las demás. La ley no obliga a los camioneros a descansar después de ocho horas. Incluso el trasporte púbico en Guadalajara está en manos de compañías privadas que pagan a sus conductores en función del número de pasajeros que carguen. Cuantos más peces mayor ganancia. Eso convierte las calles de esa ciudad en un circuito de Fórmula 1, donde los autobuses se cruzan y manejan con la locura de quién pierde el mundial.
biciblanca
Avenida de Chapultepec:4 bicis blancas marcan una triste estadística.
Mauro Talini viajaba en bici desde Ushuaia rumbo a Alaska cuando fue embestido y asesinado por un camionero que, como suele ocurrir, se dio a la fuga. Mis amigos en Guadalajara me comentan que en muchos casos en que un ciclista es atropellado, el conductor da marcha atrás y lo remata, pues en el surrealista caso de que tenga que rendir cuentas ante la Justicia, le saldría más barato pagar una indemnización por muerte que por invalidez del ciclista.
La realidad en Mexico es que circular en bicicleta es un peligro. Ni las rutas son seguras (en su mayoría carecen de arcén o acotamiento) ni los conductores son respetuosos (no ya con el ciclista sino con la ley o con sus propios familiares: los niños viajan en el asiento de delante), ni los gobernantes se toman en serio la protección de los ciclistas. Apenas hay señales que avisen de la presencia de ciclistas en la carretera y las que hay son inútiles, están tapadas por la vegetación o dicen bien poco: «Respete al ciclista». Eso no es muy útil. Sería mejor decir que para adelantar a un ciclista hay que dejar 1,5m. Eso con un dibujo es mucho más útil y evidente que una frase.
noadelantar
Lo raro es el vehículo que respeta las normas
No quiero que la próxima bicicleta blanca sea la mía y tampoco quiero que haya una sola bicicleta más en Guadalajara. Para ello los políticos que tienen en sus manos los recursos económicos deben convertir las calles en seguras, llenarlas de información útil y proteger a los que usan los espacios públicos con vehículos no contaminantes. Los ciclistas en las ciudades como Guadalajara son héroes que arriesgan su vida para conseguir una ciudad más humana, no solo los domingos por la mañana. Todavía no se conoce un efecto perjudicial del uso de la bicicleta a diario, pero no ha nacido aún el político que sea capaz de enfrentarse a las empresas que manejan los autobuses de la ciudad de Guadalajara y que otorgue a los ciudadanos lo que están reclamando en silencio. Un silencio blanco que si no te hiere es porque ya estás muerto.
Paz y Bien, el biciclown.
buitre
Un mundo cada vez más insensible

6 comentarios en “Ni una bicicleta blanca más”

  1. karina Dorantes Cabrera

    muy buena reflexión…… felicidades……..hay que darle mas auge en todo el país….. tan solo si fueramos mas consientes.
    No necesitamos ser ciclistas profesionales para darnos cuenta de lo que esta pasando con muchos automovilistas irresponsables; pero también cabe mencionar que hay que ser prudente y tomar todas las precauciones y sobre todo siempre llevar casco aunque sea para ir a la esquina….

  2. Cristina y Horacio

    Cuídate mucho Alvaro y vete lo mas rápido que puedas de alli.. son demasiado insensibles.. aunque haya gente buena, no lo es manejando…

  3. Se me han puesto en punta los pelos leyendo el relato. En Madrid creo que es mucho mas tranquilo pero aun tambien caen ciclistas. Otras referencias son los paises del norte o bilbao (España) que es una gozada andar en bici por carretera donde hasta sufres con las precauciones que toman los conductores.

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