(Budapest). He recorrido casi 200.000 kilómetros en bicicleta por más de 100 países. He sufrido embestidas y hasta accidentes de conductores de las culturas más variadas. Suelo decir que el coche trasforma la personalidad de quien lo maneja. Al conducir no somos conscientes de la velocidad a la que vamos. Es una velocidad inhumana ajena a nuestro cuerpo, externa y por lo tanto, incontrolable. Tampoco percibimos el ruido que causa el motor o el rodar con los neumáticos por el pavimento. Dentro estás aislado, ni siquiera sientes el viento en la cara.
Cuando un coche te adelanta bien cerca, atentando contra tu vida, no parece que fuera el conductor que estaba al volante quien casi te mata. Era el coche. Como si no le perteneciera. Un coche atropelló a un ciclista, se lee a veces en la prensa, como si el coche tuviera personalidad jurídica propia y autonomía.
Si el Dalai Lama o el Papa estuvieran conduciendo en una ciudad a hora punta durante unos días, acabarían perdiendo la paciencia y soltando algún juramento. El coche, la circulación, el tráfico, nos enerva. A todos.
Y cuando estás con prisa y tienes que disminuir la velocidad porque de repente te encuentras en una curva con dos ciclistas tu sangre se altera. Tú, que estás trabajando, tienes que disminuir la velocidad por causa de dos tipos que están paseando, de vacaciones, ociosos, en bicicleta.
En Australia cuando un camión-tren estuvo a punto, muy a punto, de matarme y luego tuve la oportunidad de encontrarme con el conductor de ese camión en una estación de servicio, utilizó estos argumentos para defender que no se hubiera movido un milímetro de su trayectoria para adelantarme:
- yo soy australiano y tu no eres de aquí
- yo pago impuestos y tú no, usas nuestras carreteras sin pagar
- yo trabajo y tu estás de vacaciones
- si no te gusta como conducimos aquí vete
La manera de razonar de este conductor y sus argumentos pueden calificarse de muchas maneras pero voy a resumirlo en una palabra que es, al mismo tiempo, la causa de que haya tantos atropellos de ciclistas (y por extensión tantas guerras en el mundo): empatía. Mejor dicho, falta de empatía.
Si fuéramos capaces de ponernos en la piel del otro no haríamos ni la mitad de las acciones que realizamos y que, a sabiendas, están perjudicando a los demás.
Si los conductores tuvieran más empatía con los ciclistas no harían falta carriles bici, ni la ley del 1,5 metros, ni…
Pero es cierto que esto no va a cambiar, y también que las medidas que se están tomando no son suficientes. Por ello voy a proponer unas ideas para que las medidas que existen tengan más eficacia y algunas ideas nuevas, que tal vez os causen perplejidad o asombro. Incluso risas. Pero lo cierto es que si seguimos por donde vamos no llegaremos muy lejos. Mismas acciones conducen a idénticos resultados. Y así nos va.
La ley del 1,5m. Me refiero a la obligación de los conductores de dejar ese espacio al adelantar a un ciclista. Es necesario que se respete pero para ellos primero debe darse a conocer. Una forma de hacerlo, efectiva, simple y diría que casi gratuita, sería que los coches de la policía llevaran un vinilo o una pegatina en la ventanilla trasera del coche donde se pueda ver el dibujo de un coche separado de una bici por el 1,5m. Ese coche de policía circulando todo el día por una ciudad es una publicidad magnífica para la citada medida. Parado en un semáforo en la calle…, todos los conductores que vean ese mensaje en la ventanilla trasera del coche quedarán alertados. Esa misma publicidad podría colocarse en los autobuses municipales (me consta que en algunas ciudades ya se hace).
Experimentar lo que un ciclista experimenta. Para desarrollar la empatía podría someterse a los futuros conductores y especialmente a aquéllos que han infringido la ley a la siguiente experiencia que, me parece, se aplica para los conductores de autobús en Fortaleza (Brasil). Situar al conductor en una bicicleta estática en la calle en un circuito cerrado, y ser adelantado por un auto a 80km/h a 1 metro o, incluso, a medio metro de distancia. También podría hacerse en las ciudades que tienen metro. Coloca una bici estática en la plataforma, cerca de la línea amarilla donde se espera el tren, y experimenta lo que es ser adelantado por un metro (al fin y al cabo no es muy diferente a un camión) a 80Km/h.
Otra medida podría ser que los conductores que quieran sacarse la licencia de conducir deben aprender a andar en bici primero. No tiene mucho sentido saber correr sin saber andar. Y saber conducir un coche sin ser capaz de andar en bicicleta es una locura, cuando esos conductores (los de la bicicleta y los del coche van a compartir calzada). Igual que para bucear te piden saber nadar.
La tecnología puede ayudar a proteger a los ciclistas. Cuesta creer que el hombre haya llegado a la Luna y siga poniendo en circulación unos vehículos que pueden ser dirigidos sin mirar a la carretera. ¿Es tan difícil que los coches tengan unos sensores que apunten a los ojos de una persona y detecten cuando se está durmiendo o mirando hacia otro lado (por ejemplo el móvil o celular) y que envíe una señal de alarma sonora y una notificación a una central de policía con la exacta ubicación del auto y detalles del conductor? Incluso que pudiera detener el auto si la persona no está en condiciones de dirigir por abuso de drogas o alcohol. Claro que esto atenta contra la libertad de las personas pero me temo que es más importante la vida de los otros que mi libertad de poder dirigir un auto cuando estoy bajo la influencia de drogas o si he dormido apenas unas hora ya que voy a poner en serio peligro la vida de otros. En resumidas cuentas si para sacar la licencia de conducir te hacen controles médicos pero una vez la tienes nadie controla si cuando usas el coche estás bien o mal, no sirve de mucho aquél previo examen.
El espejo. No acabo de creer que se obligue a las personas a llevar casco y no espejo. El espejo salva vidas porque evita el accidente. El casco puede también salvar tu vida pero no evitará el accidente. Y muchos daños como columna, lesiones en rodillas o manos, no los evita el casco. Todos los viajeros de largo recorrido, más de 4 años, que he encontrado por el mundo llevaban espejo. Casi ninguno usaba casco.
Insisto en la idea de esta nota y estas propuestas. Conseguir algo que hasta ahora no se está logrando, y es la empatía hacia los ciclistas, los más desprotegidos en la carretera siendo, sin embargo, los que más protegen el medio ambiente.
Paz y Bien, el biciclown.
Los conductores muchas veces no sienten, o no sentimos sensación de peligro cunado se encuentran un ciclista en la carretera. Si circulando por una carretera se encuentran a un camión circulando a 20 Km hora piensan: joder que lento va, pero me espero para adelantarlo, por que es peligroso intentarlo ahora. Y cuando por fin lo adelantan lo hacen dejando 3 metros de separación con el camión «Por si a caso». Cuando se encuentran un ciclista circulando a 30 Km hora, les estorba y tienen que adelantarlo ya,y ya el ciclista tendrá cuidado cuando me acerque.
Otra de las cosas que por experiencia tengo comprobado, es que muchos conductores no son conscientes de la velocidad a la que puedes circular en una bicicleta. A mi me tiene pasado de estar entrando en una rotonda y los coches entrar pensando que yo avanzo despacio.
En fin, esto sera complicado.
Un saludo Alvaro . Y decir que desde que veo tus vídeos, y los de otros aventureros, y leo vuestros libros, sufro el síndrome del Quijote. El leyendo libros de caballería así acabo……………yo no llegare a tanto, pero lo sueño.
Soñar es gratis. Sueña alto y levantarás los pies del suelo.
Antes de nada decir que yo también soy ciclista. Y estando de acuerdo en la falta de empatía en la carretera, he de decir que es mutua. No puedo contar las veces que, circulando durante un tiempo tras un ciclista al que no tengo sitio para adelantar, cuando finalmente lo consigo y una señal o semáforo me obliga a detenerme, este me adelanta por la derecha, volviendo a ponerse delante y volviendo a obligarme a seguirle a 20 km/h ¿es un drama? no, por supuesto ¿es necesario? tampoco. Estoy convencido de que no lo hace por fastidiarme, pero el tampoco se pone en mi lugar.
Son innumerables las discusiones que tengo en la grupeta cuando alguien decide que los semáforos o las rotondas (sí, las rotondas) no son cosa suya.
Creo que solo están moralmente legitimados a exigir respeto quienes respetan y nosotros no siempre lo hacemos.
Gracias por comentar Enrique. Es una lucha desigual coche-ciclista. Uno lleva carrocería que le protege y el otro su cuerpo. Son categorías diferentes aunque comparten el mismo escenario: las carreteras. En algunos países los semáforos en rojo no son tal para los ciclistas porque ellos no deben respetarlos. Creo en Francia. Eso favorece el tráfico para el ciclista, que no tiene que ir siempre al ritmo de los coches. En un semáforo el tiempo de arrancada de un ciclista, o en una rotonda, es más rápido que un coche y ni hablar de camión. Para mí la empatía debe ser un poco mayor hacia el más débil, que es el ciclista, y que es además quién más está contribuyendo hacia un medio ambiente más sano, ocupando menos calzada, destruyendo menos las vías públicas…, Creo que no se les puede medir por el mismo rasero. Gracias por tu comentario tan interesante.
Muy interesante artículo. Yo hasta ahora a mis 33 años estoy aprendiendo a andar en bicicleta, y si bien la práctica hace al maestro, toda la información aquí vista me sirve mucho ya que una cosa es darle a la bici, pero ¿y luego?, pienso en los miles de accidentes que ocurren al día a día y me estresa, no obstante es por falta de imprudencia, ya sea de ambas partes y empatía de conductores puesto que en caso de accidente el del vehículo no pasa de una abolladura pero el ciclista puede perder la vida o un miembro, no hay punto de comparación, el respeto debe ser mutuo pero como conductor hay que ser muy consciente de que se está manipulando una máquina a altas velocidades; concuerdo con Álvaro, todo conductor debería saber primero andar en bicicleta, no sólo haría conductores más conscientes y más empáticos, muchos quizá preferirían la bici para conmutar, es más eficiente, es más divertida.
Todo aprendizaje requiere de tiempo. Tómatelo con calma
Totalmente de acuerdo, el coche aisla al que lo conduce de lo que sucede al exterior y por ello NO nos podemos poner en el lugar del otro. También como ciclista he vivido sustos que me han puesto a 100km/h el corazón y veo que el coche nos vuelve egoístas por esa falta de empatía que comentas.
Una cuestión a propósito de todo esto Alvaro…, aún se pueden conseguir los chalecos de aquella campaña de crowfunding que sacaste hace años…???, creo recordar que eran de alta visibilidad, con la inscripción 1´5m y se podian acoplar a cualquier ropa con un sistema de botones o algo parecido…
Un saludo a tod@s los ciclistas del mundo!!!
Gracias Alberto. Aquélla campaña no llegó a recaudar los fondos precisos. Lo siento.