Más biciclown en Quito


«El sufrimiento es parte esencial de la vida«, le digo y él asiente porque también lo ha experimentado. No hay atajos para la felicidad, y el sufrimiento lejos de ser un obstáculo, es la puerta, una de tantas, a la felicidad. Caer y levantarse, llorar y sonreír, ahogarse y respirar, son actos indisolublemente unidos como lo estaban los dedos de Piazzolla al bandoneón.

Hemos llegado a Quito y nos hemos alojado en la casa de la familia de Santiago Lara en las afueras. Tumbaco era hace doce años, cuando lo conocí, un pueblecito rural a las afueras de la imponente Quito. Hoy en día casi está unida a Quito y en Tumbaco viven ahora los pelucones, como se les llama aquí a los de clase media-alta. Aunque son más los que lo hacen en Cumbaya (o CumbaYork) como le llaman con gran sentido del humor los quiteños. Pero la familia de Santiago Lara no es pelucona. Hoy les han instalado la ducha de agua caliente. Santiago es un amante del ciclismo, y mecánico, que hace veintitrés años abrió la Casa de Ciclistas. Ofrece un lugar a cualquier ciclista y comparte con ellos, y su familia, su propia cocina, el salón de la casa y hasta hace no mucho hasta el baño. Los ciclistas siempre tienen lugar para poner la carpa o tienda, y para descansar antes de afrontar más subidas de Ecuador que dejarían al Tour de Francia en una carrera para niños. Imagina pendientes más fuertes que las del Tourmalet pero con piedras pero encajadas que las de la Paris-Roubaix.

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Paco Nadal Casa de ciclistas

Mario es un viajero ecuatoriano que tras recorrer su país se lanzó a pedalear, con su hermano por Sudamérica.

Según afirma Mario yo he sido una gran inspiración para su viaje y, conocedor del impacto que pueden tener las experiencias de un viajero en los demás, no dudó en organizar en Quito una de mis charlas. El objetivo era conseguir 80 personas y lo superamos. Lo más divertido de la charla fue el comienzo, esto es los preparativos. Aunque Mario había ido el mismo día a reservar el lugar, por la tarde cuando llegamos, nos dijeron que en la sala destinada a la charla se iba a velar, a esa misma hora, un muerto. Sonreí y esperé que no fuera yo.

El técnico de sonido no había sido avisado del evento y apareció cinco minutos antes. Él era el único que tenía la llave de la sala y del control de mandos y no podíamos esperarle así que, con la habilidad de un desvalijador de bancos, mis amigos se hicieron con la sala de control ante la atónita cara de la directora de la Casa de la Cultura. Ante grandes problemas grandes soluciones.

No conseguí ni un solo contacto por parte de la Embajada de España en Quito para ofrecer mi espectáculo y gracias a Luis (otro de esos mágicos seguidores en Twitter) contacté una Fundación. Acudí a ver las instalaciones y su proyecto y quedamos en hacer el show el viernes. Un día antes me llamaron para cancelarlo por cuestiones políticas difíciles de entender pero fáciles de respetar. Quince minutos después de conocer la noticia y con el ánimo a la altura del piso, decidí intentar otro posible lugar para actuar. Era un Hogar para niños de familias en extrema pobreza, con problemas de desnutrición…, y otras lindezas que se da todavía en muchos países de Sudamérica. Sin perder tiempo fui a ver el lugar y tras conocer a uno de los encargados, Andrés, me inspiró confianza y me lancé a un nuevo show. Lo programamos para el martes y me aseguró la asistencia de al menos 150 personas. Su organización superó mis expectativas y hubo 250 chicos y chicas. Ni siquiera el fallo del sonido en la última parte del show empañó el buen trabajo de la gente del Hogar de Paz para preparar todo el evento. Tan sólo hubo una nota que me desconcertó un poco. Faltaban diez minutos para el final y una hermosa mujer se sentó en la primera fila. Hasta ahí todo normal, pero no tanto cuando la anunciaron por megafonía. En mis espectáculos yo no hablo y por lo tanto no necesito micrófono. Es la primera vez en más de veinte años de clown que, durante el espectáculo, alguien interrumpe mi espectáculo para presentar a la mujer del Alcalde. Ni siquiera cuando en Timor del Este acudió el Presidente del país y Premio Nobel de la Paz, Don José Ramos Horta. Recuerdo que ese hombre llegó unos minutos después de haber empezado yo el show, se sentó, lo vió hasta el final y al terminar, me invitó a su casa a cenar. Lamentablemente tenía ya una cena con unos buenos amigos, los que me habían aguantado durante mi estancia en Dili, y no pude acudir, pero agradecí su sencilla invitación

Una vez más deseo agradece a toda la gente del Hogar de Paz de la Fundación Patronato Municipal San José, por su confianza en este payaso, por su esfuerzo y dedicación en la organización del evento y por su gran labor.

MaquillajeVoluntariojoven

Maquillaje Y acción

En Quito al igual que en Bogotá pude dar el 100% de mi persona y mi proyecto. Espectáculo, conferencia y nuevos (y viejos) amigos por el camino.

Es hora de salir rumbo a las montañas para poner un poco de orden en mi espíritu de nómada.

Paz y Bien, el biciclown.

Voluntariashow

El clown no es cosa de niños

7 comentarios en “Más biciclown en Quito”

  1. Hola alvaro y martina, que bueno que puedas seguir compartiendo tu clown, regalando humor y diversion a tanta gente.que Dios los siga protejiendo de todo mal y peligro.

  2. Mario Villegas. Quito - Ecuador

    Estimado Álvaro, gracias por tu visita y dejar tu trabajo impregnado en el corazón de muchos quiteños que pudimos compartir contigo. Ha sido un gustazo haber sido partícipe y haber logrado que se haga la conferencia, como dices, la habilidad de Karina y Gaby hizo que estemos a tiempo para la charla. Éxtos amigo y a seguir a donde vayas.

  3. Álvaro, ha sido una experiencia única haberte conocido. El día de la conferencia sin pensarlo, brotó de mi mi lado de bandalismo e irrumpi por esa ventana!!! 😀 la gente que llegaba y el del sonido que no asomana!! :/ pero bueno, experiencias para recordar.
    Espero que en todo tu paso por Ecuador y el resto del mundo coincidas con gente que te apoye a seguir adelante, en lo personal te agradezco por todo lo que compartiste en Quito. Un fuerte abrazo. Espero volverte a ver pronto!!! UN FUERTE ABRAZO!

  4. ALVARO DE TODO CORAZÓN Y SE QUE SERA ASI QUE TE VAYA Y TE SIGA YENDO SUPER BIEN, OJALA Y ALGUN DIA VUELVAS, YA SABES UNA FAMILIA LA TIENES AQUI EN TUMBACO.
    UN ABRAZO

    ANA LUCIA

  5. salud biciclown, cuanta razón tienes en que la gente que vive experiencias parecidas se entienden, yo he viajado bastante aunque no en las condiciones en que tu lo haces por eso te admiro mas e intento apoyarte como pueda para que continues tus viajes. ya estas por ecuador y tus espectáculos parecen funcionar en es acogedora tierra – adelante campeon

  6. Cristina y Horacio, Pablo y Soledad

    Hermosa experiencia!!! felicitaciones amigos de mi alma… Que ganas de verlos!!! cuando andarán por aquí? Un beso enorme de Pablo, Sole, Horacio y mios…para los dos… Ah y un especial saludo de Bianca…

  7. Gracias por compartir tus experiencias en Quito, las cuáles, han sido muy fructíferas y positivas. A seguir pedaleando. Un saludo.

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