Suele ser habitual que alguien me pregunte en mis conferencias porqué no he hecho la vuelta al mundo en moto, pues sería más cómodo. Siempre que ocurre esa pregunta suelo poner el siguiente ejemplo relacionado con la velocidad.
Tengamos en cuenta, primero, que cuanto más rápido vayas menos cosas vas a ver. Así por ejemplo, si te vas desde aquí hasta China en avión no te enterarás de cómo son, ni siquiera de cuáles son, los países recorridos. Es más, lo ideal para muchas personas sería meterse un pastillazo y quedarse dormidas en todo el trayecto para despertar ya delante de la muralla china.
Descartado el avión como medio para conocer países (otra cosa sería como medio para llegar hasta ellos) vamos a analizar el tren. Una bonita manera de viajar, siempre y cuando no sea uno de la India. He recorrido en tren desde Nueva Delhi hasta Calcuta y te digo que si vas al baño, al volver a tu asiento encontrarás una familia en tu lugar (o una vaca).
El tren tiene en realidad el mismo problema que el autobús: tu no decides las paradas ni la ruta. Normalmente es un viaje bonito por los paisajes que observas, sobre todo en tren, pero no hay posibilidad de detenerse en esos lugares. Desde el autobús la cosa es aún peor, pues los atascos o los accidentes son más numerosos.
El barco es una opción, pero limitada por supuesto a los lugares donde hay mar. Es uno de los medios que más me gustan a futuro aunque le tengo todos mis respetos. De pequeño solía navegar y me gusta ese elemento, aunque no se si podré con los mareos.
Nos quedan los medios privados de viaje y, entre ellos dos parecen ser los más populares: la bici y la moto.
Te contaré aquí porqué no hubiera dado la vuelta al mundo en moto ni aunque me pagaran dinero por ello:
- Vas muy rápido. En moto, y quitando los caminos de tierra, la velocidad normal es de 80-90 kms/hora y a esa velocidad no ves el paisaje ni te puedes relacionar con las personas.
- Estás detrás de un casco. Y todo lo que hay afuera te llega filtrado. El ruido de tu moto ahoga el de los pájaros o el de los arroyos. Eres más parecido a un astronauta que a un ser humano. Al llegar a un lugar, para poder interactuar con los demás, debes quitarte la parafernalia y eso es una incomodidad constante. Tus ropas alejan a los demás. Generas envidias y no admiración.
- El dinero. Cuando te ven llegar en moto lo que piensan es lo que cuesta ese bicho y que, si ellos tuvieran el dinero, lo harían. Al verte venir en bici su pensamiento es de admiración. ¿Dónde tienes el motor? me preguntaban al verme llegar a muchos poblados de África. Alguno intentó subirse a mi bici, cosa que no me suele gustar porque no están acostumbrados al peso y se pueden caer, y terminó por los suelos.
- Acampar es más fácil con bici. Recuerdo en Nueva Zelanda, cerca del norte, en donde no encontraba un lugar para dormir. Levanté la bici sobre la valla y dormí en un campo. En moto eso no es posible. Siempre te escondes mejor en bici, porque además es más silenciosa.
- Robos. Si duermes en ciudad siempre metes la bici en la casa o en el hotel. En cambio he visto a motoristas peregrinar por los pueblos buscando solo hoteles que tuvieran parking vigilado. Eso limita tus opciones.
- Más costoso. Por supuesto que un viaje en moto es gastar dinero a diario. Aunque tu no comas la moto lo hace. Durante mis trece años de vuelta al mundo hubo días de coste cero. O bien ya tenía comida o me invitaban a comer. Hacía kilómetros sin gastar dinero.
- El material y repuestos es más caro. No cuesta lo mismo una cubierta de bici que de moto. Reparar un pinchazo es media hora en bici y en moto ni me imagino.
- El esfuerzo. Muchos de los que van en moto no conocen el premio del esfuerzo. Cuando tardas dos días en recorrer 40 kilómetros de un puerto de montaña como el Khardung La, de más de 5000m. Las emociones que se generan en tu cabeza al ir ganando metro a metro altura, al ir saltando de piedra en piedra, al conversar con las nubes, sentir que los pájaros no cantan sino que te alientan, que el sol te abraza, que la próxima curva es la última…, hace que llegar a la cima acabe siendo lo menos importante. Muchas veces he llorado por llegar arriba. Quería seguir subiendo, en un silencio íntimo y único.
Lo dicho para la moto valdría para el coche. La única gente que he visto viajar en coche a la velocidad de las mariposas son mis amigos los Zapp de los que hay unas encantadoras entrevistas en Biciclown Plus que valen oro por lo que nos enseñan y comparten.
La mayoría de los viajeros-as que me he cruzado en moto iban con prisa. En ocasiones hablaba con ellos del recorrido que habíamos hecho, por ejemplo en la Dalton Highway, y no habían visto muchas cosas. Si esa ruta la habían cruzado en dos días a mi me había costado ocho. Había dormido en lugares increíbles y había tenido multitud de encuentros: con osos y humanos.
En bici descubres cuánta verdad hay en esas palabras: lo importante es el camino. Caminar y no llegar. Solo admiro por su lentitud a los que van caminando, aunque tienen ciertas y grandes desventajas. Las visas caducan pronto y se ven obligados a tomar carreteras principales. Caminar en la ruta con coches no es agradable. Conocí a Jean Beliveau en Perú y luego le vi en Indonesia. Se quejaba, poco es cierto, de los coches en la carretera. Tardó doce años en dar la vuelta al mundo caminando. En África, por ejemplo, solo fue de Sudáfrica a El Cairo, en cambio, yo pude hacer también Marruecos- Sudáfrica.
La bici es una máquina humana. El coche, la moto, el avión… no lo son. Y todo lo que sucede en torno a una bici tiene ese componente humano.
Si vas a viajar, prueba la bici, y verás que es tu mejor amiga. En biciclown plus hay más de doscientos tutoriales y vídeos sobre qué bici elegir, cómo acampar libremente… Hoy en día el que no aprende es porque no quiere.
Paz y Bien, el biciclown.
Gracias Álvaro, está genial tu argumento. Saludos, un fuerte abrazo y vaya una oración en recuerdo de nuestro gran amigo Fran, el ovetense de Ciclos Fran, por quien os conozco (y leído) y a quien debo la fortuna de haber hecho El Camino de Santiago en bici. De lo mejor que he vivido. Agur!
Un grande Fran, que se nos fue, pero le seguiremos.
Good luck my friend, thank you for the update. Cathy and I wish you a fantastic Christmas with many new adventures for 2022. Keep safe, ride well.
Steve and Cath in Cyprus ( ex Travelling 4×4)
Hello my dear friends. I am happy to hear about you. I guess your life is peaceful. I am living south, near Almeria, studing philosophy and doing just summer trips. Hope to meet you again on the road. Álvaro
Genial aunque se nos olvida algo importante. En bici cada vez que llegas a un lugar, llegas agotado. Y así cada día, en cada momento, algo que hace que en esos momentos libres sólo tienes ganas de descansar. Con la moto eso no pasa, llegas fresco como a una lechuga y puedes explorar mucho más. Ni hablar de cuando necesitas desviarte 20 Kilómetro para ver algo interesante. En bici sigues de largo y te lo pierdes, con la moto te adrentras sin problema. Seamos justos, y veamos más allá que defender a ciegas lo que hacemos.
Gracias por comentar.
He visto moteros que al acabar la etapa caían derrumbados en la esterilla o en la cama.
En bici llegas fresco si no te metes demasiado tute en la espalda.
En bici si hay una valla, la pasas por encima.
En bici, eso si, un desvío de 20 kms no es un fácil. Requiere a lo mejor dos días, pero, ¿quién tiene más tiempo en la vida?
Creo que nadie y todos. El tiempo me crece en las manos cuando hago lo que quiero.
Defiendo a ciegas la bici sobre la moto o el coche, porque la bici enseña humildad. No he visto ningún ciclista subir un gran puerto y que al llegar arriba no se tire al suelo de agradecimiento y cansancio. El motero primero saca fotos y luego se saca los mocos (jajaja)
Sigue viajando como más te guste.