Por eso le pongo aceite con cariño, como me ensenho Fran, el mecanico de Oviedo que no es rico porque no quiere. Conmigo desde luego perdio dinero, pero sabe que gano muchos amigos: todos los mios.
No todos los dias encuentro buen lugar para acampar. En esta ocasion era a 1459 metros. Pero a pesar de llegar de noche y tener que limpiar el lugar con el machete , me duche y para mi sorpresa a la manhana siguiente todo estaba helado : yo no, gracias a la pluma del saco.