Mientras vamos recorriendo en bicicleta de cicloturismo España, Francia, Andorra y lo poquito de Portugal que nos dejaron (pues piden certificado de vacunación para entrar en hoteles y no lo tenemos) vamos hablando con las personas que se nos acercan en el camino. Algunos son confesos seguidores que, con cierta envidia no disimulada, manifiestan en alta voz sus deseos de hacer alguna aventura parecida. No la hacen a decir de la mayoría porque tienen mujer e hijos…,hipoteca…, responsabilidades…
Cuando escucho eso, les miro y pienso: el ser humano es capaz de buscar responsables de sus problemas aunque esté solo en una isla desierta.
¿Por qué la gente no asume sus decisiones vitales? No es justo cargar tu falta de energía, o tu incapacidad de afrontar ciertos proyectos, en los otros. Supongo que cuando decidiste unir tu vida a otra persona, cuando decidiste procrear, eras feliz. En ese momento yo también estaba viajando en bici (comencé en el 2001 a hacer grandes viajes) y mi vida no te parecía tan interesante. Es ahora, cuando la rutina se ha apoderado de tu existencia, cuando miras con interés mi periplo y te gustaría hacer un gran viaje. Sueñas con escapar cuando lo que te falta es un propósito.
Te entiendo, y me parece justo que desees reencarnarte en otra versión de ti mismo. Pero no olvides que las responsabilidades que tienes contraídas lo fueron de modo voluntario, y que la vida que yo llevo no está exenta de problemas e inconvenientes.
Mi pensión de jubilación no es una paga del Estado, sino la fe que tengo en mi capacidad de escribir para seguir generando ingresos con mis libros. Es una apuesta arriesgada, pero desde hace muchos años aposté por vivir en el PRESENTE. La mayoría de las personas que conozco o bien viven en el pasado, quejándose de los demás, o en el futuro, esperando al sábado para sonreír.
Mi vida es presente, mi filosofía es aceptar lo que ocurra, no voy a quejarme, voy a levantarme, si algo no me gusta procuro cambiarlo, prefiero intentarlo a arrepentirme por no haberlo hecho, no acumulo propiedades sino atardeceres, no veo problemas sino oportunidades, no uso bici eléctrica porque el valor de la llegada no es la meta sino el camino y el esfuerzo en remontar la montaña. Se que no todo el mundo ha tenido en la vida la oportunidad de sonreír y por eso me esfuerzo en hacerlo por ellos y por mi. Vivir es un milagro, es mi lotería (de ahí que no juegue en navidad), se que tengo más de lo que necesito, que moriré con dinero en el bolsillo, que no terminaré nunca de cumplir todos los sueños que tengo, pero al menos he terminado uno. La vuelta al mundo en bici habiendo seguido mi intuición.
Cuando creas que quieres cambiar de vida, no culpes a tu mujer y a tus hijos, saca un espejo, ponlo delante y enfréntate al responsable.
Paz y Bien, el biciclown.
Y si lo vivimos con espectro y sin dualidad? Las opciones son infinitas y son más de dos idealizadas, la opción final es una: la realidad, y no es buena ni mala en si, es buena o mala como la vives, claro, haz por vivirla a la manera que desees, hazlo desde ti, vigila la distorsión ambiental “in crescendo”.
Un abrazo (medicina).
Me preocupa que la gente viva sin saber si lo que hace le gusta. Saludos