Hasta que llegaron los humanos y la jodieron. En los setenta, abrian estas cuevas para hacer conciertos en una de sus salas tan grande como un pista de tenis, y la gente se sentaba en las formaciones rocosas, llevandose a casa como recuerdo de su estupidez unas cuantas estalactitas. Mas de dos mil personas cabian en la primera sala cuando hacian conciertos. Esto ya se termino afortunadamente, y ahora los tours son guiados.
Dura una hora, aunque hay uno avanzado de hora y media al que no llegamos. El arqueologo y director del Centro, Hian, nos invito sin dudarlo a visitar este sueño de piedra, en el que hace miles de años vivian los Bushman. Aunque ello no se metieron en el corazon de la cueva porque temian a sus espiritus. Pero llego el humano y metio las narices y la mano bien al fondo, arrasando con miles de gotas de agua cristalizadas en roca. Hay incluso una formacion rocosa que esta formada por cristales, a traves de la cual se filtra la luz y el sonido. Golpeandola con ambas manos, el guia producia un hermoso sonido que se perdia en las profundidades de la cueva.
Ese dia de calor que decidimos entrar a ver esta maravilla, iba en el grupo un famoso cantante de opera, que nos deleito con un trozito de La Traviata a pleno pulmon y con el coro de las estalactitas y estalagmitas de fondo.
Gracias a Hian Gerstner, por su ayuda. Si quereis ver mas debeis ir a www.cangocaves.co.za, o mejor aun, venir en persona.
Tardareis varios dias en cerrar la boca, tras ver esta Catedral de Roca.