No hay ruidos, ni carreras, y la gente sonrie y se habla. En las ciudades como Cotonou, Benin, donde la moto es la reina, todo es caos. Y no digamos nada cuando aparece el coche. Ahi el hombre se vuelve un animal y si puede te mata, como me ha ocurrido varias veces.
La bici tendra un dia el lugar que le corresponde en la Historia de la Humanidad.