Nunca me lo han negado, aunque se sorprenden que un aula sin cristales y puerta me pueda parecer un palacio.
A esa hora lo alumnos ya se han retirado a casa y solo los profesores habitan el lugar. En algunas ocasiones como con ellos Sasha, el plato local y en otras me preparo un arroz que me de la energia para continuar al dia siguiente.
Pero en Zimbabwe he visto demasiados niños de uniforme caminando por las carreteras a media mañana. -Vais a llegar tarde a la escuela-, les dije a un grupo de chicos.
-Nos han echado de la escuela-, me respondieron.
Si cada trimestre los padres no pagan 2,5 millones de dolares de Zimbabwe (unos 8 dolares americanos), los chicos no pueden estudiar. Esa cantidad es lo que gana un trabajador domestico por mes. En las ultimas elecciones Mugabe prometio enseñanza y salud gratuita. La realidad es otra.
En Bulawayo hay construido todo un hospital, nuevecito, pero permanence cerrado. No hay doctores ni enfermeras que quieran trabajar por tan bajos sueldos. La dignidad humana ha ido a la huelga.