Einstein era un genio. Y yo lo conocí. Bueno a su versión vallisoletana. Siguiendo como siempre mi intuición que me ha llevada a dar la vuelta al mundo en bici durante trece años y a escribir sobre ello, llegué a las puerta de la casa de Paco Paez una fría noche vallisoletana. Aunque todo empezó antes, a muchos kilómetros de allí, en una conferencia que ofrecí para Catalana de Occidente. Uno de los comerciales asistentes, Luis, se acercó a mi y me contó que llevaba mucho tiempo siguiéndome, que él mismo había hecho un viaje increíble. -¿Increíble?, le pregunté. – Si porque me fui solo a Berlin. – Bueno eso no es muy lejos, más gente lo ha hecho – Ya pero lo hice en tandem. – Bueno, más gente ha viajado en tandem. – Si, pero yo lo hice solo. – Increíble, afirmé sonriendo.
Desde aquél día mantengo una amistad con Luis, y a él le he confiado el seguro de mi autocaravana, del bungalow y de mi alma. Varias veces nos hemos visto y en una de esas conversaciones me habló de su tío Paco Paez:
– Deberías conocer un día a mi tío. Es un genio de la memoria.
Mordí el anzuelo y semanas más tarde aparcaba mi caravana en la casa de Paco en Valladolid, dispuesto a escuchar sus historias.
Paco no es una estrella, muy al contrario, cuesta a veces que te cuente todo lo que ha hecho. Curioso por naturaleza decidió. así porque sí, igual que tu decides abrir una cerveza, empezar a investigar sobre la memoria. Aprendió varias técnicas y comenzó lo que es la obra de su vida: memorizar cuantos decimales pueda del número pi.
Meta harto imposible, pues el número pi tiene infinitos decimales. Pero él, erre que erre, cada día un poquito más que ayer, y así va escalando el hombre la montaña Pi.
Se ha presentado a varios concursos de televisión. El primero consistía en memorizar en tres minutos 100 bombillas que previamente la modelo Judith Mascó había apagado aleatoriamente sin que Paco lo viera, dejando algunas encendidas y otras apagadas. Al ver la composición, Paco tendría tres minutos para memorizarlas, después de ese tiempo, y con los ojos cerrados, debería repetir cuáles estaban apagadas y cuáles encendidas. No falló. En el video que publico en mi canal de Youtube este domingo puedes verlo.
Más tarde acudió al programa Los increíbles de Antena 3, y se aventuró a decir que ya conocía 25.000 decimales del número pi, no solo eso, sino que si le daban cuáles quiera diez decimales, dentro de esos 25.000, en orden, él podría reconstruir la secuencia. También acertó.
Pero eso fue hace muchos años, ahora ya ha memorizado más de 100.000 decimales.
Pasé una tarde con Paco, escuchando sus historias, y alucinando más que con su memoria, con su humildad, su amor por la memoria en cuanto herramienta que te permite superar situaciones difíciles de tu vida, sustituyendo el recuerdo por uno que tu te creas. Ahí es donde la creatividad es tan poderosa.
Ahora que me he inscrito en la Universidad a estudiar Filosofía, he llamado a Paco y le he preguntado cómo memorizar fechas. Su respuesta ha sido. Vale más perder seis horas en afilar el hacha que empezar a cortar árboles. Te daré una herramienta para toda tu vida aunque deberás dedicarle un poco de tiempo al principio. Por whatsapp te enviaré una foto y luego te explico cómo funciona.
Llevo dos días haciendo fichas, asignando a cada número, del 1 al 100, una imagen personal. Un recuerdo de mi memoria que estaba perdido y muerto de aburrimiento y al que he convocado para ayudarme en esta tarea. Así, por ejemplo, cada vez que veo el 2, ya no veo el 2, sino mi tienda de campaña con el doble techo blanco, para pasar desapercibido en invierno. Es una tienda de una plaza y el modelo MSR que usé poco tiempo. Y si quieres te puedo contar que el 73 es un viejo camión rojo abandonado dentro del cual me saqué una foto en Australia. ¿Cómo es posible que una imagen nos recuerde un número? Por el poder asociativo de las imagenes, mucho más impactantes que un simple número.
En la entrevista a Paco en el primer capítulo del curso Memoria, emociones y creatividad, que lanzamos en #biciclownplus a partir de este mes, Paco es capaz de retener una lista de productos que le voy diciendo. Y no solo eso, sino que nos explica cómo lo hace. Creando una historia entre los productos. Es capaz de hacer que una escoba tenga en un extremo pasta de dientes y que un salmón use desodorante. Con esa historia tan extraña, Paco hace que la memoria la retenga, y que yo no me olvide de que tengo que comprar una escoba, pasta de dientes, salmón y desodorante.
Si has llegado hasta aquí estás perdido/a. Has comenzado un viaje a la memoria, a sus increíble potencialidades, a un mundo de creatividad y te será de gran utilidad toda tu vida. Es increíble que estas cosas no se enseñen en las escuelas. Tenemos un músculo dormido encima de la cabeza: la memoria.
Ya sabes te esperamos en #biciclownplus, tu decides cuando apuntarte y cuando borrarte. Más de 200 vídeos no solo de cicloturismo sino como ves de multitud de herramientas prácticas para la vida. Conoce más aquí.
Paz y Bien, el biciclown
P.D. Si quieres saber qué ocurre en tu vida cuando crees que no vas a logra el objetivo te recomiendo que leas este artículo.
Maravilloso ese encuentro del cual vamos a aprender mucho seguro. Gracias por tu canal biciclownplus, por tus ideas, por tu generosidad y tu pasión. Algo bueno se me pegará, ¡¡ Espero!!.
Gracias, Gracias…