En otras ocasiones las experiencias las comparto con jóvenes a quienes les hablo de mi viaje. Igual que hacia en Espanha antes de salir, pero lógicamente aquí sin cobrar. Faltaria mas. Es para mi tambien una leccion escuchar sus preguntas y hablan muy a las claras de las preocupaciones de los jóvenes: sexo y procreación.
Y muchas veces, cuando me ofrecen un lugar donde alojarme, me abren las puertas de casa, y con ello puedo satisfacer mi curiosidad y conocer rapido la vida de un pueblo. Sus problemas, sus ingresos, sus miedos. En este caso fue la comunidad verbita de Tomboco, con el Padre Vento a la cabeza que me alojo y me dio su amor durante mi estancia alli. La hermana Bernarda, por cierto, que ha cumplido ahora 75 años, es un ejemplo para los mayores que creen que la vida esta cumplida y lista para sentencia a partir de los 65.