Pero pronto se fueron, y se perdieron conocer a Curro y Loli, dos amigos que Bob hizo en el camino de santiago este verano. Ellos me metieron en el Pacific, uno de los barcos que van de Algeciras a Ceuta y en el que curiosamente trabaja Curro. Es el mismo barco en el que pronto cruzaran los del Paris-Dakar.
Ahora los cafes los tomo solo, pero para ello casi tengo que esconderme, porque en el norte del pais son de un pesado que ni te cuento. Primero te ofrecen ir a su casa (algo que ni aunque fuera caperucita roja con bigote aceptaria) y luego te ofrecen hachis. No les afecta un «no», por lo que mi tactica es hablar yo, para que no me cuenten su vida y asi pasarme por loco, lo cual no esta muy desencaminado.
Para terminar os regalo esta foto de Chefchaouen, por cuyas callejuelas solo caben los gatos
Hoy leía una noticia de que has llegado a mi país, «googleé» el nombre de tu proyecto y encontré tu página. Llevo más de una hora leyendo y viendo tu historia: ¡es asombrosa! Me has inspirado y puedo ya afirmar que te admiro. Vivo en Ciudad de México y si pasas por acá será un placer recibirte. Mientras tanto te envío las mejores vibras ¡ánimo y fuerza en tu travesía! Ojalá cada ser humano se animara a hacer un proyecto tan inspirador e incondicional como el tuyo e ir contagiando a los demás para vivir con pasión lo más preciado que tenemos: la vida.
ESTO ME IMPRESIONA Y ME LLENA DE ALEGRIA,DIOS LO BENDIGA.
Que increible esto , de seguro que los ninos estaban muy entretenidos y felices . Que bien que existe gente asi en el mundo .