Hace muchos años empezaron con 40 alumnos, y ahora tienen todos los que veis en la foto. La verdad que me impresiono llegar alli y verles a la sombra del arbol esperando mis palabras. Afortunadamente siempre viaja conmigo el clown que, sin hablar, puede comunicar mejor que yo la esencia de lo que opino de la vida, la risa
Estas palestras o charlas magicas, son ya parte de mi viaje. En ellas tengo ocasion de descubrir que es lo que a los jovenes les preocupa, cuales son sus inquietudes, y al mismo tiempo, ofrecerles mi testimonio.
Una experiencia de vida mas, ni mejor ni peor, pero diferente.