En estos casi dos años de bicicleteada por Africa me he encontrado muchos cooperantes españoles. Algunos querian cambiar el mundo en su “año prorrogable” que duraba su experiencia en el terreno, y otros simplemente encontraron en la Ong la forma de hacer turismo durante largo tiempo sin que sus bolsillos no se resienta mucho y dandole ademas un toque de solidaridad a su curriculum.
La provincia de Niasa, en el norte de Mozambique es la mas pobre y la menos poblada del pais. Ni siquiera cuenta con una sola fabrica de nada. Pocos turistas se acercan a estos lugares, y los blancos que hay por aqui suelen ser misioneros. Como la Hermana Carmen, guipuzcoana, que ha dedicado su vida a que mejore la salud de estos mozambiquenhos.
Generlamente se asocian los antivirus a los ordenadores. Yo hace tiempo que lo relaciono con otra cosa. Con el agua.
Se acercan las grandes pruebas ciclistas y yo he fichado para mi equipo a las siguientes personas.
Lo intente en Inhambane. Y cuando ya tenia la soga al cuello, digo la toalla, el chico de unos 15 años me confeso timidamente que nunca habia cortado con tijera.
Cuando vi la Carcel de Vilanculos pense que era broma.
Quiero decir, que aquel edificio desprotegido, cuya puerta asegurada solo con un candado un niño podia fácilmente saltar, no podia ser una carcel. 75 presos se amontonaban en dos celdas. La mayoria eran de menor edad.
El dia anterior hicimos lo que las Ong llaman una visita de campo, o una inspeccion del terreno.
Fue la pregunta que el Padre Ernesto me hizo pocos minutos despues de terminar el espectaculo en el patio de su Iglesia del barrio de Xipamanine.
Constantemente debo revisar el material. Algún agujero en el pantalón, un tornillo flojo, o como en esta ocasión, una tira de la alforja delantera que tocaba sustituir.
