En este pais sigue habiendo racimos de uvas, y del otro, menos dulce. Siguiendo unoa de esas lanchas que le han nacido a la carretera he llegado a este pantano. Tiempo de banho. Construyo mi humilde casa con el suelo que sirve para proteger el de la tienda, y ya tengo sombra para evitar las bofetadas del sol.
Pronto se me termina el agua, y aprovecho para probar el nuevo filtro que me ha enviado MSR. En menos de cinco minutos, consigo cuatro litros de agua purificada.
Me deleito contemplando el paisaje y sintiendo el viento deslizarse bajo el toldo, acariciando mi piel, desnuda, como la cartera de los cafeconleche.