Una isla congelada en el tiempo

El metálico traqueteo del trote del caballo (rítmico y musical) quiebra la virginal mañana caribeña: la luz aún no despunta pero la vida ya amenaza con surgir de cada rincón (milagro diario). Nunca en un país el pasado fue tan presente ni el futuro tan inexistente. La radio y la televisión oficiales («Haciendo de la información un arma» – Radio Rebelde-) recuerdan permanentemente acontecimientos históricos que propiciarion el triunfo de la revolución en un vano intento de que el cubano que aguarda por horas en el cruce de dos caminos a que llegue algún tipo de trasporte, a tracción animal o mecánica, para acudir a su centro de trabajo y ganar en el mejor de los casos 14 dólares por mes, o ese cubano que va a la tienda ( «¿el último?») a ver si esta semana ha llegado el pollo prometido y al que tiene derecho por la libreta revolucionaria (no gratis pero a precio económico), olviden la calurosa espera y sonrían, salten, bailen y celebren el éxito de una lucha armada que ocurrió hace 55 años pero que debido a las numerosas pintadas que decoran la isla (desde la Playa de las Coloradas hasta María la Gorda, desde la Bahía de Cochinos hasta Playa Girón) resucitando al Che, a Camilo Cienfuegos y al desastre de Moncada (convertido en victoria por al mago Fidel) hacen creer un mundo diferente al que la triste realidad mejor describe.

Tres son los grandes logros de la revolución que son cacareados por los acólitos del regimen: educación y sanidad gratuita y universal, y seguridad en las calles.

Es cierto que la educación es gratuita y que incluye hasta la Universidad, aunque conviene leer la letra pequeña. Al terminar la Universidad los licenciados deben prestar un servicio social que puede durar hasta tres años en el que cobrarán unos 12 dólares por mes. Les sirve de formación en su carrerra pero sobre todo para aprender a malvivir con ese salario que, posteriormente, no superará los 15 dólares. Y la educación no parece incluir el respeto al medio ambiente como explicaré después.

Sanidad para todos. Es gratis pero el especialista te atenderá mucho antes si llevas un poco de mantequilla, unas frutas, leche o cigarrillos. Los tiempos de espera se reducen enormemente. El médico te podrá recetar medicamentos que no existen en la farmacia, pero al menos ya sabes la causa de tus males. La sanidad también es gratuita en Argentina y en España, entre otros países, a diferencia de Australia o Estados Unidos, sin necesidad de hacer una revolución.

La seguridad. A pesar de que me han robado en dos ocasiones en Cuba, es (y lo digo sin ironía) un país seguro. Los robos fueron más bien hurtos, es decir sin violencia en cosas o personas, y en uno de los casos hasta la policía encontró lo robado. Gracias al teniente Alexandre esta crónica tiene fotos y podré editar algunos videos. Sólo pasé tres días en varios centros policiales haciendo denuncias y apenas me costó un paquete de cigarros populares.

Una mujer puede caminar por La Habana a cualquier hora de la noche sin temor a que la asalten. Aunque los casos de violencia cubana son numerosos ( y nunca reflejados en las noticias locales), pues la mezcla de machete y ron es sangrienta.

Chapeando

Cortando la hierba cerca de la carretera: Cáceres gana en 4 horas medio dólar

Helados24

Prueba a tocar el timbre a las cuatro de la madrugada.

Coppelia

La larga cola en el Coppelia provoca estes resultados al llegar a la mesa

Con un salario de menos de 20 dólares al mes los cubanos viven por debajo del umbral de la pobreza según el Banco Mundial (dos dólares por día). El robo al propio Estado, único responsable de esa situación, es justo y hasta indispensable. El propio Marti, cuyo busto florece por toda la isla como lo hace la imagen de Ataturk en Turquía, no podría menos que reconocerlo; de nada vale ser culto y con ello libre, si las tripas te crujen o tienes que elegir entre comprar desodorante o mantequilla.

Si en Cuba no se ve más basura por las calles es simplemente porque artículos como una bolsa de plástico cuestan dinero. No es una medida para proteger el medio ambiente. En las tiendas que venden en CUC ( más o menos 1 dólar=1CUC) te las regalan pero en la calle las venden por 1 peso cubano (1 CUC=24 pesos cubanos). Si no hay más latas vacías es porque hay cubanos que las recogen para reciclarlas y darles múltiples usos. Pero hay lugares como Cayo Jutías, o la playa de La Herradura, donde la basura se acumula a orillas del mar, día tras día, y nadie salvo las olas le prestan atención. Cualquier playa o espacio natural como cascadas o lagos, a donde el cubano va, deja a su paso un reguero de basura vergonzoso. Los restos de la fiesta se acumulan como la porquería debajo de la alfombra antes de que llegue la visita a la casa. En dos meses no he visto a un cubano tirar un papel a la basura o metérselo en el bolso, y cuando se lo advertía me miraban con cara de sopresa: como si su acción fuera de lo más normal.

La gestión de cuevas o espacios protegidos dista mucho de ser perfecta, como lo demuestra la visita en Viñales a la Cueva del Indio. Se oferta por 5 CUC un paseo en barca por un río interior que ha socavado la roca configurando una hermosa cueva. El paseo por ese espacio natural y milenario, dura apenas cuatro minutos, y se realiza en una lancha con motor de gasolina. El humo se adhiere a las estalactitas y el aceite se filtra en las cristalinas aguas en un espectáculo bochornoso. Hay que verlo para creerlo.

La forma más habitual de robar al Estado es simplemente no entregar ticket al turista cuando entra a un museo, a un parque natural o a un restaurante. Ese dinero no se contabiliza y va directamente al bolsillo de los trabajadores. Así por ejemplo ocurre con la entrada a Cayo Jutías que cuesta 5 CUC. A mi particularmente me revuelve las tripas cuando, cualquier país, te cobra por acceder a un lugar natural, un paraje no construido por el hombre, y en el que colocar una barrera y cobrar es una vulgar manera de exprimir la naturaleza. Sobre todo si ese dinero no va destinado a cuidar el recurso.

SanDiego

San Diego de los Baños ya no tiene balneario: está en eterna restauración.

palmera cielo

Azul y verde siempre están presentes

Cerdocharco

Todo vale para huir del calor

De Cuba alguien dijo que al eliminar la competencia crearon la incompetencia. Algo bien palpable cuando uno entra en uno de los restaurantes del Estado. Son conocidos porque las camareras con el uniforme del color de un tablero de ajedrez, dormitan sobre una mesa en la que las moscas hacen vuelo rasante. La comida es barata, pero muchas veces ni siquiera calentada. El comensal la recibe más rápido de lo que tardan las moscas en cambiar de mesa para unirse al convite. En una pizarra en el exterior se especifica el menú, que va menguando a medida que pasa la tarde y se acaba el género. Aunque nunca se termina el ron y los cigarrillos. Ni el cocinero ni las camareras tienen especial interes en que el restaurante se llene, pues ellos ganarán lo mismo.

Cuba se liberó del yugo español, para caer luego en manos de los norteamericanos y ahora, en las garras de su propio libertador: como si el genio de la lámpara tuviera que conceder deseos día y noche al que la frotó.

Un complejo entramado de organizaciones juveniles, obreras, femeninas, sindicales de barrio y de partido, junto a un férreo control de los medios de comunicación aseguran, sino el éxito de la Revolución, al menos la imposibilidad de cualquier otra alternativa para la gestión del país. Es una lástima que los políticos no se retiren como lo hacen los deportistas. Fidel ha dejado paso a su hermano (aunque se parecen menos que una rosa a un girasol) pero todo sigue en manos de los militares. Las empresas de alquiler de autos, los hoteles, las tiendas donde se compra en CUC, los autobuses…, todo es del gobierno.

Cuba se me asemeja a un robusto caballo de carreras al que cientos de manos impiden galopar libremente, con toda su energía y fuerza. Si al cubano le dejaran hacer, sin tantas trabas burocráticas (cambiantes y contradictorias) para inciar un negocio, levantaría el país y lo sacaría de esa situación de aislamiento internacional al que la obsoleta revolución, y no tanto el bloqueo americano, mantienen anclado desde hace ya muchos años.

«Ya no quedan hombres como los del 59«, me comentaba una mujer un día. Se refiere a esos jóvenes, ambiciosos y soñadores, que daban su sangre por la patria, enfrentándose al poder establecido. La juventud cubana prefiere jugársela intentando cruzar a Florida en una lancha fabricada en el patio de atrás. El poder político es un dinosaurio que aplasta todo lo que vaya en aras del progreso porque, ese avance, pondría en peligro las ganancias de los que manejan los hilos del sistema. Fidel quería libertad, igualdad…; y hoy en día no existe. Un cubano no puede tener internet en su casa pero un extranjero si. Al cubano una hora de internet le cuesta una tercera parte de su salario. Los Castro saben que el internet puede ser un virus (peor que el cólera que azota partes de la isla aunque nadie lo dice) que escaparía al control de los miles de espías (los comites de defensa de la revolución) que hay en cada barrio.

Si el Che abriera los ojos se sonrojaría de ver lo que han hecho sus compañeros de Sierra Maestra con la revolución. Y si los turistas de Varadero conocieran un poco más de ese país en el que bailan son pegando su cuerpo a muchachitas de la edad de su hija, vomitarían el mojito y pedirían Cubalibre.

Paz y Bien, el biciclown.

Bicicole

Al cole en bici: no hay tráfico y es seguro

caballopueblo

Los caballos (vacas y bueyes) son del Estado que, si quiere, te los deja usar

15 comentarios en “Una isla congelada en el tiempo”

  1. Buenísimo Álvaro, cojonudo. Estuve en La Habana por primera y única vez en mi vida en febrero de este año. El viaje duró 48 horas y me hospedé en casa de unos cubanos que también se quejaban de la vida que tienen ahora. Vi casas destartaladas, gente sin ningún oficio que jugaba a las damas a las afueras de sus edificios, camareros que no eran especialmente amables porque, como bien dices, su sueldo no dependía de cómo trataran al comensal… me dio mucha pena y rabia al mismo tiempo.
    Ahora, la chica que me corta el pelo en México es una cubana que no quiere oír hablar de regresar a su país, y pienso que está condenada a vivir a dos horas de avión de su maravillosa isla por culpa de un régimen al que «se le fue la mano»…

  2. Hola Alvaro!!
    Lo has clavado en esta entrada. Yo tengo un familiar en Cuba y he viajado allí en tres ocasiones, una de ellas también en bici. Describes a Cuba y a los cubanos tal como yo se lo explico a algunos amigos españoles que defienden al régimen con total desconocimiento de lo que se cuece allí. No entiendo a los que defienden esta dictadura que parece que para algunos, que no viven allí, es tan guay, y en cambio se les revuelven las tripas con las dictaduras de otro signo político.
    Saludos

  3. Hace meses que pasamos en nuestro recorrido por Cuba y leer tus palabras nos recuerda todos esos sentimientos y sensaciones tan contradictorias que despierta Cuba. Veo que después de viajar por la isla «al ritmo Cubano» las conclusiones son las mismas y el que diga lo contrario es que no ha salido de Varadero.
    Un abrazo y seguro que agradecerás las vuelta a México

  4. Hola amigaso gracias por darnos a conocer todos esos paises ya complete 600 kms y con ganas de salir nuevamente que Dios te siga protejiendo de todo mal y peligro .
    pd. recuerda que en venezuela te espero para ayudarte en lo que pueda por lo menos en una cama y una noche tranquila.

  5. George Orwel.
    Yo también salí de España con la intencíón de conocer Cuba en profundidad, de manera abierta, afectuosa y próxima,por mi cuenta, desde una perspectiva distinta a la que hipócritamente venden las agencias de viaje.
    He viajado por África Asia, Europa y jamás pude imaginar lo que finalmente viví en Cuba y que determinó, por primera vez en mi vida, la anticipación del regreso.
    Gracias a estas crónicas, comprometidas, ayudas a difundir una realidad terrible, que en su momento predijo magistralmente, Orwel.
    Te animo a continuar. Tus libros son inspiradores de libertad.
    Adelante, siempre adelante.

  6. Roberto Angel García Cañete

    Lo que nunca se hace es comparar la existencia de un cubano con millones de proscritos en el resto del mundo y sobre todo en America.

    Estamos de acuerdo en que el regimen no es perfecto.

    Pero desde nuestra perspectiva actual. ¿No es mejor esperar un medio de transporte horas que no saber si vas a comer o morir asesinado?

    Tendria que ser un debate muy largo y nunca visto desde una sola optica.

    No he estado en Cuba…..ni en EEUU…..ni en Colombia.

    Lo que nunca oigo de Cuba en un número de muertos por hambre………eso si no tienen lenceria o coches nuevos…….ni tampoco LIBERTAD.

    No estoy de acuerdo con la actualidad del regimen Cubano……pero mucho menos con el embargo de EEUU, con la guerra en Colombia y el abuso de la industria farmaceutica en toda Sudamerica.

    Correcto criticar al regimen cubano y al capitalista capaz de dejar que unos ladrones con corbata se lleven de España 40.000 millones de Euros………sin ningún tipo de respuesta.

    Al final del cam

  7. SON COSAS COMPLETAMENTE DISTINTAS Y NO RESISTEN NINGUNA COMPARACIÓN ENTRE SÍ. NUNCA LAS DICTADURAS SON BUENAS… NI LOS OTROS REGÍMENES, LOS QUE LOS DESTROZAN SON ALGUNOS SERES «HUMANOS» QUE SE CREEN CON EL DERECHO A COARTAR LIBERTADES Y EN CIERTA FORMA MATAR DE HAMBRE Y DE INDIGNIDAD A LOS PUEBLOS QUE CAEN BAJO SUS GARRAS…EN ESTE CASO CUBA, QUE ES LO QUE HAS VISITADO ALÑVARITO… UN BESO CRIS

  8. Yo estuve en Cuba en abril pasado y podría confirmar la experiencia de Álvaro,__ excepto ir en bici__, punto por punto, robo incluido.. y aunque estuve unos días «de pulserita» también recorrí las calles y los barrios miserables, incluidos dos paseos en coche patrulla, por cierto.
    Mariano Ibeas

  9. Excelente crónica de la realidad del sufrido pueblo cubano. El sistema cubano lo sostienen los militares corruptos que generación tras generación han sido los oligarcas que usufructúan de este tipo de regímenes.

  10. Yo si he estado en Cuba y allí tengo unos familiares, testigos de primera mano, no solo de lo que cuenta Alvaro, -que yo creo que se muestra bastante cauto-, sinó mucho mas. (allí se humilla y aplasta al ciudadano cubano, en pro del dinero que aporta el turista) Vamos, que quien dice lo contrario es que no tiene ni idea, (ni le interesa informarse) de lo que es la vida de un cubano en esa hermosa isla.

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