«Álvaro -me decía- llevo muchos años en China y estoy desengañado de los que hablan, prometen y no hacen. No te voy a prometer nada, pero tu mismo te darás cuenta de que puedes contar conmigo»
Van pasando los días en su casa y su promesa se renueva cada día con sus gestos. Alguien dijo que el ser humano tiene una boca, pero dos ojos y dos oídos. Hay que hablar menos, ver más y escuchar con el corazón. Basta de promesas fútiles.
Esta noche vuelo a Pekín. Mañana ofreceré una conferencia organizada por el Instituto Cervantes de la capital de China. Organizarla no ha sido en absoluto fácil. Será traducida simultáneamente al chino. Espero que el traductor-a tenga buen sentido del humor porque va a traducir a un payaso. Durante el día estaré grabando para el programa de TVE «Españoles en el mundo» que ha corrido con los gastos de mi viaje a Pekín y del hotel por una noche. El resto de los días viviré de nuevo en casa de Adam. Con un ciclista que ha viajado por el mundo siempre puedes contar. No te tiene que prometer nada. Simplemente está ahí, como el sol está mañana saliendo por detrás de la planta número 30 de un estilizado rascacielos en el Bund, en Shanghai.
Será una pausa en la escritura. Para este nuevo libro contaré de nuevo con la asistencia y profesionalidad del equipo que me ayudó en el Diario Fotográfico de un payaso en África:
– Marcos Cruz, con las correciones www.alinome.net
– David Torrens, con el diseño www.torrents.info
– Imprenta Narcea, con la impresión www.imprentanarcea.com

Ellos harán que el libro sea casi perfecto. Pero llevará más tiempo el proceso creativo. Sin las presiones de las navidades. Aunque creo que mis lectores son fieles y comprarán el libro más allá de la oportunidad navideña.
Como pronto celebraré 6 años de ruta por el mundo se ha lanzado un CONCURSO en la www.biciclowneldocumental.com organizado (con cariño y dedicación) por www.moluandafd.com unos genios del ratón. Por favor participad pues sois los principales beneficiarios del sorteo 6×6=2191, y de los regalos que os ofrecemos.
Deseo saltar al mapa del mundo que tengo delante de mí. Escucho a Karma rugir desde la planta baja de la casa de Ricard, mis músculos se comienzan a aflojar, y hace semanas que no duermo en la tienda, ni cocino en mi pequeño hornillo… «Todo en la vida llega por sus pasos contados», que diría el gran Rosales.
Paz y Bien, entre Shanghai y Pekin, Álvaro el biciclown

Pastel de chocolate	Días sin acampar