Volver a empaquetar todo. Todo lo que tengo y lo que no tengo. Esto último es lo más ligero. ¡Qué alegría no haber comprado aquél arcón! Ahora la casa se desmantela. Pocos cuadros y menos luces.
Dejamos la casa a la que llegamos hace 8 meses. El dueño nos avisó, el primer día que llegamos, que debíamos dejarla en el verano.
Y aquí estamos. Empaquetando.
Intentamos vivir en una mobil home y nos llegamos a creer que era posible, y hasta la reformamos con el gran Mauricio, pero fue un sueño, o más bien, una pesadilla.
Nos despertamos en la calle.

Ahora ponemos rumbo a Asturias con la casa a cuestas para dejar todo lo que tenemos en una nave.
Allí aguardarán unos meses, dos en concreto.
En Septiembre volveremos a por ello para poner rumbo al horizonte, que no sabemos si es el norte o el sur.
Mientras ese día llega, nos subiremos a las bicicletas para viajar por Portugal y el norte de España.
En una bici no puedes llevar demasiado, pero si lo justo como para vivir. No unos meses, sino años.
Lo he aprendido bien.
Lo importante es saber elegir. Tomar decisiones ayuda a poner foco. La vida es una elección continua, pero hemos dejado en manos de la IA las elecciones.
Yo he elegido vivir en libertad dos meses con mi bicicleta. No hay más planes. No hay reservas, no hay compromisos, no hay retos.
Solo hay que amanecer cada día en un lugar diferente.
Despidiéndonos de lo que nos recibe.
Como hoy, que nos despedimos de la casa a la que con ilusión, y planes, llegamos.
Nos vamos sin planes pero con ilusión.
Si quieres leer más de mis viajes te recomiendo mis libros.
Y si quieres poner foco en tu vida, mis cursos.

Paz y Bien, el biciclown