(Pristina). Hace apenas 4 horas me disponía a salir de Kosovo rumbo a Serbia. En la frontera internacional tenían otra idea. No me dejaban entrar a Serbia porque no tenía el sello de entrada a Serbia en mi pasaporte. ¿Cómo? Si, así de Groucho Marx. Serbia no reconoce a Kosovo y al haber accedido a Serbia de Kosovo me lo hacían pagar negándome la entrada. Si antes hubiera entrado a Serbia por otro lugar y, sin haber salido, hubiera pasado por esa frontera, entonces me hubieran dejado pasar. Algo así como ir a vestirte para luego desvestirte. No tiene sentido, lo que tiene es orgullo.
El mismo que muestra el estado español al mantener su intransigente postura de no reconocer a Kosovo como país. A pesar de que más de 111 países ya lo han hecho. Incluso la Unión Europea. Siendo así que España apoya la política de no reconocimiento y por lo tanto, favorable a Serbia, sería lógico que un español sea bienvenido a Serbia. Pero no. Al menos no si vienes de Kosovo.
La página del MInisterio de Asuntos Exteriores de España advierte sobre la complicada situación de una forma confusa.
“Hace tiempo que no se tiene noticia de situaciones similares, pero en el pasado se han producido problemas de entrada a Serbia a través de la provincia (ojo que no le llama país) de Kosovo como primera entrada al país. Incluso se dieron casos en el pasado en que la policía serbia ha denegado la entrada por tierra en Serbia desde otros países (entiéndase también Kosovo) a personas en cuyos pasaportes figuraba un sello de entrada de República Kosova“ Los paréntesis son míos, el resto es tomado de la página del Ministerio.
Información hoy en día y a raíz de lo que me ha ocurrido no actual.
En la frontera y haciendo uso de un teléfono de un policía de Kosovo he llamado a la Embajada en Serbia. Primera llamada sin respuesta. Entonces llamé al teléfono de emergencia consular. Me atendió una persona que decía encontrarse enferma y en casa, que desconocía la situación pues no era diplomática y me aconsejaba llamar de nuevo a la Embajada.
En la Embajada esta vez si conseguí me atendieran y tras marcar el 0, pude hablar con la sección consular. Me atendió Rosa, muy amable, que aunque no era funcionaria diplomática decía conocer la situación. Según ella Serbia puede hacer eso y no hay forma de quejarse. Si tuviera el DNI podía entrar. Pero mi DNI cayó hace años en manos de un cubano junto a mi cartera y las Embajadas no expiden DNI, sólo pasaportes, por lo que no tengo cómo entrar. El carnét de conducir tampoco sirve.
Sólo pretendía cruzar 27 kms de país para volver a Montenegro, pero el orgullo serbio apoyado por el orgullo español al no reconocer a Kosovo, lo impidieron.
Tras más de dos horas en la frontera intentando que me llegara un poco de ayuda o de inspiración apareció Reiki. Vive en Inglaterra y justo la semana pasada le instaló al coche el portabicicletas. Me trajo hasta Pristina, la capital, y me invitó al hotel. Mañana saldré de aquí rumbo muy bien no se a dónde, pero con pocas ganas de visita un país que, al igual que Corea del Norte, tiene el orgullo por bandera.
Paz y Bien, el biciclown.
El 22 de julio de 2010 la Corte Internacional de Justicia emitió un dictamen consultivo en relación con la Declaración Unilateral de Independencia de Kosovo de 17 de febrero de 2008. Por 10 votos contra cuatro, el fallo de la Corte resolvió “que la Declaración de independencia de Kosovo adoptada el 17 de febrero de 2008 no ha violado el Derecho Internacional”.
Hola Álvaro,
Así de triste es la situación. A mí me pasó lo mismo allá por el 2007. En cuanto a lo de España, negando la obviedad, y confundiendo a sus propios ciudadanos, pues no sé…
Alvaro, vuelve pronto que sino te puede pasar lo mismo en La Jonquera… Un abrazo muy fuerte.