llevlo tu

Llévalo tu

Los porteadores aquí están autorizados a llevar solamente 20 kilos más 5 kilos para sus pertenencias personales. Pero generalmente son cargados con un poco más, pues una pequeña propina al encargado del parque hace que la aguja de la balanza se mueva. No tienen en su mayoría ese equipamiento específico, transpirable y windstop que los turistas han comprado en la última temporada. Sus zapatos no son de Kevlar, sino meros zapatos en muchos casos sin cordones y con ventilación extra. Para comer no tienen barritas energéticas e isostar. Sólo ugali, una especia de puré de maiz que mezclan con pescado seco y salsa de tomate o coco. (muy rico por cierto). Para dormir en vez de saco de pluma, tienen el calor de los cuerpos de sus compañeros.

Los porteadores son tratados aquí como la última mierda, pero sin ellos ningún turista podría poner sus pies en el Meru o en el Klimanjaro. Cómo iban ellos a subir la comida para 6 días y ropita limpia para cada día?.
A menudo se cree que todos los porteadores son como los famosos sherpas del Himalaya, con la piel curtida por el frío y el cuerpo aclimatado a la altura.

En Perú y en Tanzania no es así. Y para darles ropas de calidad para realizar su trabajo y ayudarles a aprender inglés, nociones de contabilidad, cursos de primeros auxilios e información sobre el sida, es por lo que surgió INTERNATIONAL MOUNTAIN EXPLORER CONNECTION. Primero en Katamandú, y luego en Moshi (Tanzania) y en el Perú.

Con poco dinero y ayuda de voluntarios han abierto hace 3 años una oficina en la calle principal de Moshi, debajo del Hotel Da Costa. Allí reciben donaciones de ropa que los turistas les entregan para que luego sean usadas gratuitamente por los porteadores. También informan a los turistas de los abusos a que los porteadores se ven sometidos. El más frecuente, a parte de la sobrecarga, es el de las propinas.

Si el turista da la propina que se concede habitualmente a los porteadores ( el doble de su salario que es unos 3 euros por día) al guía, para que sea éste el que se la entregue, mucha de la propina nunca llega al porteador. Por eso es mejor dar la propina a cada porteador personalmente. No falta la picaresca de que a la hora de dar la propina, el guía haga formar más porteadores de los que formaron parte de la expedición. Si el turista hablara desde el primer día con sus porteadores, les tomara fotos y anotara sus nombres, eso no le ocurriría. A Fidel y Ana, y a Ricard y Nuria, dos parejas de españoles que subieron al Meru, les hicieron la jugada.

Muchos porteadores, para conseguir un lugar en la expedición, tienen que pagar una cantidad de su salario al guía, incluso pagarle por la comida que en teoría el turista ha pagado inicialmente para todo el grupo. Voluntarios de la citada Ong, como Syl, acudían a las puertas del Parque para informar a los porteadores de sus derechos, hasta que las Agencias que mueven miles de dólares anuales se quejaron a la Dirección de Parques de Tanzania. Una llamadita de teléfono bastó para que no puedan acercarse a las puertas del Parque y hablar con los porteadores.

Si tienes material de montaña que no uses, si quieres dar clases de inglés, si quieres conocer a los héroes del Klimanjaro, pásate por www.mountainexplorers.org. Y si quieres saber lo que son 20 kilos en tu cabeza: llévalo tú.

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