Los chicos usan unas diminutas tablas de madera para ir aprendiendo los versos del Coran. Esas tablas se hacen a mano. A la salida de Mamou encontre un hombre que las fabricaba y le pedi que me hiciera mi tablita de cortar alimentos. Quedamos de acuerdo en el precio y se puso manos a la obra.
En media hora estabamos rodeados de mas de cien personas y habia terminado su trabajo. Le pague un poco mas de lo acordado porque ver una persona trabajando con sus manos es algo realmente unico.