(Reconvilier). El payaso siempre encuentra en el fracaso una oportunidad de crear un gag, un momento de gloria. Es un especialista en nadar dentro del barro. No lejos de aquí está la casa de Grock, uno de los mayores payasos de la historia. Un músico y acróbata, un payaso tan elegante como un aristócrata. Creo que no es casualidad que siendo uno de mis payasos favoritos sea cerca de su casa donde Karma ha sido reparada de urgencia. La avería era tan grave como la última, la penúltima y la antepenúltima. Siempre la misma rotura. El cuadro tras 8 años de intenso uso no puede más. Cada vez que la bici se cae al suelo, con alforjas y todo ese peso, el cuadro se resiente. No grita pero se duele. Y es normal que un día estalle, se quiebre, y diga hasta aquí hemos llegado.
La primera vez en Bulgaria, luego en Albania y ahora en Suiza. Un día antes de llegar a la casa de mis amigos Corinne y Joseba, descubrí la rotura. Una mañana de domingo gris que prometía pedaleo lento y tranquilo y acabó siendo pedaleo cero. Tuve que tomar un tren para hacer 50 kilómetros. Uno de los trenes más caros de mi vida. Más de 30 euros para tan corta distancia. Es Suiza. Aquí se gana cuatro veces más que en España (de media) y la vida cuesta el doble y un poquito más.
Joseba vino a la estación a buscarme y juntos caminamos empujando la bici a la casa. El destino nunca es muy cruel o uno siempre ve el lado positivo. Suiza cuenta con los mejores profesionales en muchas ramas y en especial en este valle en el que me encuentro hay muchas empresas de precisión que hacen herramientas especiales y que trabajan con las mejores máquinas. El cuñado de Joseba, David, ha estudiado soldadura y vive en este lugar toda su vida. Conoce a las empresas del ramo y, nada más llegar, ya tenemos cita para el día siguiente, lunes, en una de las mejores empresas de soldadura. Gerber.
Unas semanas antes disfrutaba del sol y de las montañas, en compañía de mis amigos Sergi y Cati que vinieron desde España a verme, y hoy me encontraba en un coche con la bici atada atrás rumbo al quirófano. La vida es dulce pero nunca demasiado. Pero siempre hay que ver el lado positivo.
Veronique, una mujer que ha estudiado ingeniería y que se ha manchado muchas veces las manos con hierros y sopletes, acude a recibirnos. Tras evaluar la situación decide llamar a uno de sus empleados más competentes, Alain.
“Hay mucho trabajo pero se puede hacer“, dice Alain.
No se si se refiere a que mi rotura requiere mucho trabajo o a que ahora mismo tiene mucho trabajo.
Veronique pregunta que para cuando lo quiero, y mi sonrisa le despeja la duda. Alain agarra la bici como si fuera una flor pequeña y se la lleva a su taller de trabajo.
Una hora y cinco minutos de concienzudo trabajo deja a Karma lista para seguir. Ha empleado todo tipo de máquinas y hasta dos clases de soldadura diferente. Tig y Mig. Según él aguantará hasta el final.
Cuando pregunto lo que debo pagar la respuesta no me sorprende.
“Va por cuenta de la casa“, dice Alain.
Regresamos a casa y Joseba enciende un fuego para comer un asado con ensalada, vino, cerveza y muchas risas.
Tengo mucho que celebrar. La rotura ha sido reparada de una forma excepcional y estoy rodeado de amigos. Conocí a Joseba y Corinne pedaleando por Mongolia en el 2.009. Ahora ellos cambian pañales y yo sigo cambiando zapatas de freno y neumáticos.
Mañana saldré de nuevo a la ruta, pasará por delante de la fábrica que me ha reparado la bici, por el pueblo de Grock y por la vida de muchas otras personas. Todas aquéllas a las que el destino me quiera presentar. Hace mucho que no dirijo mis pasos, simplemente bailo al son que la vida me toca.
Paz y Bien, el biciclown.
Gracias Alvaro, una vez más me llenas de optimismo. No me canso de ver tus videos, tus artículos, de leer tus libros.
Gracias a ti Mikel por seguirme de forma ACTIVA.
He llegado hasta aquí por Mundo Mammoth y me encanta lo que haces, es uno de mis proyectos también; muy a punto todos los consejos que das. Saludos desde México.
Bienvenida y que disfrutes. Te queda mucho por leer, ver y disfruta.
¡Bien por Karma! Cuando llegues a Oviedo, ya le puedes colmar a Karma con todas las comodidades y caprichos. Se lo habrá ganado con creces. Un abrazo.
No se si llegará, jajaja