«Entonces no habian asfaltado la carretera, ni teniamos electricidad ni agua corriente», me cuenta la Hermana Teresa al terminar su jornada de trabajo.
En un principio habia solo atencion primaria, sin pediatria, pero poco a poco las madres comenzaron a traer tambien a sus hijos y se vio la necesidad de hacer un pabellon de pediatria. Fray Florencio, medico tambien y uno de los pilares de la Institucion, regreso a Milan a buscar fondos para hacer la sala de Pediatria.
No hacia mucho que las Brigadas Rojas habian secuestrado al joven Paolo para extorsionar a sus padres. Cuando los secuestradores permitian que Paolo se comunicara con sus padres, el chico les decia que no pagaran el rescate porque en todo caso lo iban a matar.
No se equivoco. Su cadaver carbonizado fue encontrado semanas despues dentro de un coche incendiado.
Los padres de Paolo querian hacer una obra social con el dinero no pagado del rescate y en esto aparecio Fray Florencio contandoles la necesidad del pabellon de pediatria. La desconfianza inicial de los padres desaparecio cuando visitaron Tanguieta. Rapidamente se construyo el pabellon, a cuya entrada figura la placa de la dedicatoria y en el otro extremo la foto de Paolo.
Hay mas de 100 niños enfermos y como no hay camas para todos, solo los que precisan suero la disfrutan. El resto duermen con sus madres, el padre rara vez aparece, en los pasillos encima de una alfombra que ellos mismos se traen.