El padre Edgard me llevo a ver este Orfelinato y centro de acogida y formacion de niñas. 45 huerfanos y 85 niñas atendido SOLAMENTE por Serafin y Antoine las dos Agustinas.
En cinco minutos llenaron el patio de alfombras para ver el improvisado show. Acababa de ducharme tras 113 kms en bici y estaba cansado para hacer el pino. Pero pude hacer un poco de magia y contagiarme de la alegria de estas encantadoras personas. Con un poco de percusion y sus cristalinas voces, la fiesta fue musical tambien.
Yo terminaba un numero y la Hermana Serafin saltaba para repetirlo. Ella misma insistia en que no me fuera al dia siguiente sin ella, y que la llevara en mi bici.
A las siete de la mañana del dia siguiente cuando partia de Partago, las Hermanas venian a despedirme y me regalaron de nuevo su tesoro: su loca alegria para espantar las nubes negras.
Enhorabuena por vuestra necesaria locura y vuestro incansable trabajo.