No me gustan los cumpleaños. No me gusta ser el foco de la fiesta y cada vez que alguien me felicita pienso, ¿Cuándo es el cumpleaños de esa persona? Y me molesta no saberlo, no haber estado ahí para felicitarla en su día.
Ayer, el día de mi cumpleaños, me incorporé de la cama, planté los dos pies en el suelo y pensé: «Si, es mi cumpleaños, pero no siento nada especial, o al menos más especial que ayer. Tengo ganas de vivir este día pero no le tengo puestas expectativas. Que sea un día de paz normal».
Pero fue sin embargo un día muy especial aunque por motivos diferentes de los que yo imaginaba. El día anterior, el 16, me llegó un regalo por el correo. Un seguidor desde Marchena, Toño, me envío un presente. Todo un gran gesto de un hombre que no solo ha comprado todos mis libros y se ha apuntado al biciclown plus desde el primer día, sino que además es propietario de una Olovbike, y organizó en su pueblo una conferencia de mi vuelta al mundo. Toño es de esas personas que el viaje me ha regalado. Una de esas sorpresas que aguardaban detrás de la puerta, que uno abrió un día pensando encontrarse con su sueño y sin embargo se dio de bruces con la felicidad.
El día del cumpleaños, el 17, tenía un trabajito que hacer. Arranqué el motor de mi autocaravana y enfilé hacia Murcia a buscar a un matrimonio que quería comprármela. Llegué a la estación de tren, los subí a bordo, y regresamos a Vera. Tres horas de viaje por mi parte pero en su caso más de un día porque salieron de Zamora, durmieron en Madrid y después en tren a Murcia. En una hora y media hicimos los papeles y les expliqué todos los secretos de lo que había sido mi casa durante dos años y medio. Al ver partir la autocaravana el corazón se me achicó un poquito. Pero un sentimiento de ligereza me invadió. Volvía a ser un hombre sin otra cosa a mi nombre que el carnet de identidad.
Mientras comienzan a construir lo que será mi nueva casa, un bungalow de 30 metros en el que podré por fin cumplir mi sueño de tener una chimenea y alzar los brazos al cielo sin tocar el techo de la casa, me han dejado un pequeño apartamento de 20 metros. Un milagro haber sido capaz de meter todas mis pertenencias en ese espacio. Por increíble que parezca en mi autocaravana tenía más espacio. Aún estoy acostumbrándome a esa sensación de abrir un grifo y que salga agua caliente sin encender el calentador, o recorrer más de dos pasos sin golpearme con la mesa del salón.
Los compradores, Vicky y Carlos, se fueron con la autocaravana y me llamaron por teléfono a la media hora. «¿Hay algún problema», temía que algo hubiera pasado.
«No, dijo Carlos, es que te habíamos traído un queso y chorizo de nuestro pueblo y se nos olvidó dártelo».
Volví a ver a mi autocaravana y aproveché para sacarme una foto con ellos que antes no había tirado.
Recuerdo la relación que tuve con la persona que me vendió la autocaravana. Me engañó en varias cosas que no estaban bien y no se hizo cargo de esos fallos. Mi idea vendiéndola era la opuesta. Que los compradores puedan llamarme, quejarse o agradecerme lo que sea, pero no esconderme porque en la vida hay que ser responsable de lo que hacemos. Sea bueno o malo. No esconderse sino asumir y aceptar.
Vuelvo a mirar a la bici con ojos de posibilidades, vuelvo a sentir que el viento me empuja, que los pájaros me llaman, que el horizonte me atrae…
Quiero vivir un cumpledías, un cumplehoras, un estado de presente absoluto, de consciencia y agradecimiento.
Gracias por todos los mensajes de felicitación y perdón por no hacer lo propio en vuestro aniversario.
Ayer no soplé velas. Ayer respiré y solté.
Paz y Bien, el biciclown.
Muchísimas felicidades Álvaro.
Gloria leerte, saludos.
Amadeo.
Pues no fue poco, respirar y soltar….que maravilla!!!
Álvaro, cuando nos comunicaste tus planes para el 17 de julio me sentí muy contenta de que tu objetivo de venta ya era una realidad al aparecer compradores. Creo llevaba sobre el año desde que la pusiste en venta. Has tenido unos meses de gran trabajo para seguir subsistiendo económicamente y, elegiste seguir compartiendo de tú experiencia vital conmigo, con tod@s los que te seguimos y apoyamos y, con los que vendrán. GRACIAS por tu personalidad radiante y, como ya comenté , sólo te deseo mucha salud y , continuidad en tu serenidad . Seguir aprendiendo de ti SIEMPRE ES UN PLACER.
Álvaro, doy gracias por poder leerte. Hacer tu curso… Gracias por todo lo que compartes. Que quepan tus cosas en una caravana, en una casa de 20m o de 30 me sorprende menos que pensar como te cabe tu gran corazón en el pecho ????