Aún resuena en mi cabeza el silencio que se produjo en el auditorio durante mi última participación en el Ted Talk de Sevilla. No ocurrió al final de la conferencia, ni tampoco al principio. Fue un silencio buscado, como el que se produce entre el primer y segundo acto de una ópera. Nadie se movió ni tosió. Un silencio vivo, construido por pequeños silencios individuales, como se llenaría un vaso gota a gota. Un silencio lento, como una puesta de sol en Bali, detenido en mi voz, suspendido de mis labios, como una acróbata de los brazos del portor.

Un silencio necesario, como el descanso del escalador en un pequeño rellano de la granítica montaña tras un paso aéreo comprometido. Un silencio reparador, porque no se puede estar escuchando tanto tiempo a una persona sin que el cerebro se sature de información.

Ni buscado ni esperado. No estaba en mi guión, pero cada vez que me subo a un escenario siento la necesidad de escuchar lo que ocurre en la sala, interpretar su energía y acomodar mi paso al suyo, como un escapado en una etapa del Tour al ser cazado por el pelotón.

Mi conferencia era la última del día. Más de ocho personas me habían precedido contando historias emocionantes, brillantes ideas brillantemente expuestas y el público, al menos así lo noté yo, estaba un poco saturado de tanta información. Quería agua y no comida, quería aire y no más palabras. Quería, en definitiva, expresarse tras haber escuchado tantas ponencias, y la manera de hacerlo era el silencio.

En la vida debemos buscar esos momentos de silencio, momentos que no pretenden crear algo material, que no están encaminados a descubrir ideas o a hacer balance. Silencios de sonidos y de pensamientos. Silencios de contemplación, sin juzgar, lo que vemos. Al igual que el dicho, me entra por un oído y me sale por el otro, me entra por la mente y me sale por la mente.

Y ahora, tras un silencio, sigo.

Mi próxima conferencia será en Barcelona el día 20 de Febrero a las 19.30h  en el Hotel Hesperia Barcelona Tower, con motivo de la III Edición de los premios Teaming

Para asistir debes reservar tu plaza pues hay un límite de asistencia. Tras el acto, estaré firmando libros.

Paz y Bien, el biciclown