No hacía ni cuatro días que ella había vuelto a Kampala, para volver a poner en marcha la Ong In movement: arte para el cambio social. Mientras algunas organizaciones internacionales que mueven millones de dólares se olvidan de la importancia de los pequeños gestos, perdidas en una burocracia que fagocita gran parte de sus recursos materiales, otras Ong más modestas rellenan el vacío que aquéllas generan.
In movement utiliza la danza, la música, la pintura, las artes visuales y cualquier expresión artística para que los chicos de la calle, huérfanos, con sida o simplemente faltos de cariño, puedan canalizar sus odios y sus oscuros pasados. La directora en Uganda de la Ong, Akatia, me explicaba como uno de los chicos que había sufrido abusos sexuales y que nunca hablaba de ello, realizó una pintura que dejaba ver bien claro, el infierno del que había salido.
El arte es medicina, puesto que el hombre desde sus orígenes ha necesitado comunicarse y divertirse. No sólo de pan vive el hombre pues el espíritu también hay que alimentarlo.
Gracias a los Padres Blancos del barrio de Nsambya, por ceder gratuitamente la sala de Sharing Youth Centre, y a Begoña y todo su equipo por demostrar que queriendo se puede.
Para saber más de esta interesante obra visitad www.inmovement.org