En la noche del cine estadounidense, un actor llamado Will Smith, perdió el control y golpeó al presentador por considerar que había ofendido a su mujer que padece alopecia.
Epicteto lo avisaba.
Hay cosas que dependen de ti, y otras no. Que un presentador en la gala de los premios Oscars haga un chiste sobre la enfermedad de tu mujer, no depende de ti.
Que te levantes de la silla para caminar hacia el presentador para golpearle y luego le grites desde tu sitio que se calle la puta boca, si depende de ti.
Séneca daba en el clavo.
¿Cómo manejar la ira? En su libro Sobre la Ira, que he leído junto a muchos otros para escribir el nuevo libro Abrazar la incertidumbre, Séneca ofrecía dos herramientas para controlar la ira:
– Una de ellas era el humor. El actor Smith, en un plano de la gala, se ve que se ríe ante la broma del presentador. Pero luego deja salir la ira por encima de su risa y se levanta para pegarle.
– Otra de ellas es el tiempo. Si dejamos pasar tiempo entre lo que consideramos es una ofensa y nuestra rabia, la ira se disuelve.
Muchas personas confunden el honor con la venganza. No tienes más honor por golpear a alguien en público. La ofensa no es algo visible, como el sol de la mañana, es un sentimiento que tu desarrollas ante un ego incontrolable que te obliga a convertirte en defensor de otras personas o de tus valores. La mujer de Will Smith no dejará de tener más o menos alopecia porque alguien haga un chiste sobre su enfermedad. Reírse de uno mismo, de sus defectos o de sus enfermedades, es una señal de cordura emocional.
Cuando a Sócrates un ciudadano le golpeó en la calle, aquel dijo:
«Los tiempo están fatal, uno no sabe cuando hay que ir a la calle con casco».
Esta anécdota y muchas otras aparecen en mi nuevo libro Abrazar la incertidumbre que puedes comprar en oferta, solo durante 11 días más.
Si te apetece y no lo has hecho te invito a que lo pidas más barato ahora en preventa.
Si, es cierto, hay gente que prefiere pagar más caro.
Todos somos diferentes.
Paz y Bien, Álvaro el biciclown.
Pues no sé Álvaro… sigo a Will desde hace tiempo por su filosofía de vida que está muy apartada de la violencia.
Que alguien pierda los papeles es humano. Que está mal. Muy mal. Que es humano. También. Que al final es una mujer la que es humillada por partida doble, también. Que alguien estoico no lo haría. No pongo yo la mano en el fuego por nadie….
No hay humillación si no hay juicios u opiniones. Lo que Zenón de Citio defendía, y antes Epicteto y por supuesto Sócrates y Heráclito es que la realidad es neutra y que de nosotros dependen solo nuestras obras. Conceptos como humillación, no existen en la mente estoica. Nadie se puede apartar de la violencia, como no te puedes desprender de tu espalda. Porque violencia/paz igual que cualquier binomio (paz/guerra, placer/dolor) son dualidades que expresan una unidad, y que reclaman una unidad. Es difícil de entender la filosofía estoica porque lo que se conocen son cuatro citas mal traídas. Estudiar este filosofía y su teoría del conocimiento es algo reservado a las personas que valoran su tiempo. Te invito a que profundices un poco más para intentar ver el punto de vista estoico. En mi nuevo libro y curso hablo de ello. Gracias por comentar.