En ocasiones me encuentro con profesores que se arriesgan, programando actividades de las que apenas conocen su posible impacto en los alumnos, y alterando el calendario escolar para atender acontecimientos extraordinarios que no ocurren todos los días. Asi fue en este colegio de Hungría que enseña español. La directora del departamento de español, Sofi, llegó a movilizar cielo y tierra para que sus alumnos pudieran escucharme. Gracias por hacerlo posible.