Ha transcurrido más de un año y medio desde que concluí la vuelta al mundo (2004-2017). El tiempo se me ha pasado bien rápido. Bien sea, porque como dice John Berger “Cuanto más profunda sea la experiencia de un momento, mayor será la acumulación de experiencia. Por esta razón, el momento es vivido como más largo. Se logra detener la disipación del tiempo. La duración experimentada no es una cuestión de longitud, sino de profundidad o de densidad.“
Y es que desde que terminé he gozado de intensas experiencias que han disipado mis momentos temporales. He ido ofreciendo conferencias, terminando un libro, preparando otro, desgajando sonidos del acordeón…, pero estaba echando de menos una gran aventura.
Aunque el año pasado, en verano, estuve más de diez días en bicicleta por los pirineos en bicicleta, necesitaba una aventura en otro país, en otros paisajes y mucho más extrema.
Además para probar nuevo equipamiento, que usaré en este año. La nueva #olovbike by @biciclown que junto a Koos Kroon hemos lanzado, un drone que he comprado, nuevas cámaras de acción, otra tienda de campaña más resistente…
Y el lugar elegido debía estar a la altura. Y ya lo creo que lo está. Me iré al Himalaya Indio y al Pamir, en Tajikistán. Son dos países, dos meses, miles de kilómetros de ascenso, coronando varios pasos de más de 4.000 y algunos de más de 5.000.
Y lo mejor de todo es que durante parte del periplo no estaré solo. En India me acompañará por quince días, Koos Kroon.
Después continuaré solo hacia Tajikistán (en avión) y allí recorreré rutas increíbles, solitarias, exigentes, y que pondrán a prueba mi paciencia y mi material.
Todo viaje tiene cierta magia, y este no está exenta de ella. Hace varios meses vi a una chica pedaleando por Gijón. En su bicicleta un cartel anunciaba su ruta. Desde Japón a Galicia en cinco años. No me pude refrenar y la detuve. Estaba con mis amigos Juan y Sole que la invitaron a comer. Su viaje, lento y apasionante, quedó en mi memoria, pero no volví a verla. Días atrás me escribió para decirme que ahora vivía cerca de Oviedo. La llamé y me contó que ella había pedaleado por esos lugares a los que yo quiero ir ahora. Le pedí información y se ofreció a dibujarme un mapa de la zona del Pamir. Ese mapa, que ves en este foto, es ahora mi mapa del tesoro, y el tesoro es la aventura que me espera.
Lo iré contando de dos formas. Para mis seguidores de Youtube con algunos vídeos, y para los suscriptores de Biciclown Plus con contenido exclusivo, como agradecimiento a su fidelidad. Si no te quieres perder detalle y tener acceso a información privilegiada, por apenas 5 euros al mes, podrás vivir la aventura desde dentro.
Paz y Bien el biciclown
Mucha felicidad y aprendizaje amigo.