A veces la bandeja de entrada no tiene ofertas publicitarias. A veces un correo te provoca una sonrisa que te dura todo el día. Esta es la historia de una familia que no conozco y que decidió comunicarse conmigo.

Aprovecho para, con su permiso, dar a conocer su historia y fotos y al mismo tiempo ir comentándola, porque me parece que tiene varios elementos de los que hablo en el nuevo libro Vivir con propósito (y en el curso online), que ahora se está ofertando en Verkami. Vamos con ellos.

«Primero que nada gracias porque al igual que a muchísima gente nos has ayudado mucho durante mucho tiempo con tus consejos y lo más importante, quitándonos muchos miedos para realizar una de las aficiones que por lo menos en mi caso y el de mi familia representan una de las bases de nuestra felicidad, viajar en bici.

Te sigo desde hace mucho tiempo y desde hace unos días siendo parte de Biciclown Plus, tengo varios de tus libros y en este último Verkami me puse una alarma para poder conseguir uno de esos PINes tan bonitos. Pero te quería preguntar si hay alguna forma de conseguir el pendiente que sueles llevar tu. Sería para mi hijo de 8 años que ya es un cicloviajero casi desde que nació y también es aficionado a tus videos. Desde que tenía 8 meses ya lo llevamos en un viaje por Europa en el carro y ahora ya viaja con total independencia con sus propias alforjas cargando su propia ropa y sus juguetes.

Me imagino que estarás muy liado con el Verkami, que por cierto felicidades, por lo que entiendo que ahora no estés para esto y no tengo prisa para la respuesta.

Gracias por tu trabajo y un abrazo desde Bilbo.» (Pello)

 

Este fue el primer correo que recibí de Pello. No puede ser más amable y además, sin exigencias, solo preguntando si sería posible….

Peio ha buscado información que le ayude a superar sus miedos. No ha renunciado a su afición, la bici, sino que ha tratado de apoyarse en la experiencia de otras personas con más kilómetros para aprender. Al miedo, como digo en el nuevo libro, cuando le miras a los ojos, se desvanece.

Pero dentro de toda la interminable información que existe en internet, encontró un lugar en el que toda esa información se presenta de manera clara, ordenada y concisa. Y fue así como se unión a Biciclown Plus, el primer canal de cicloturismo de habla hispana.

Le pedí a Peio que me contara su historia y me escribió este segundo email.

«Para eso te cuento un poco nuestra historia, espero que no sea muy pesada:

Naia (mi pareja) y yo casi desde nos conocimos empezamos a hacer viajes en bicicleta y cuando nació Oier (nuestro hijo) al contrario de lo que le suele pasar a muchas parejas teníamos claro que queríamos seguir e incluso aumentar el número de viajes para transmitirle nuestra afición a viajar en bicicleta. Que naciera Oier no lo tomamos como un problema para viajar sino que nos valió para ser mas creativos, saber cribar mejor lo indispensable y principalmente para motivarnos más. Teníamos el libro de Mikel Bringas (Bizibidaia) «Euskal Herria en bici» y tuvimos la suerte de conocerle en persona y nos ayudo a dar el último empujón para empezar a viajar con niños en bici. Nos compramos un carro y empezamos a usarlo desde que Oier tenía 1 mes.

Desde entonces hacemos mínimo un viaje de aproximadamente 2 semanas al año y algún que otro viaje más corto. Solemos dormir siempre en campings con tienda de campaña y ver a Oier a las 7:00 de la mañana ponerse el culote sin ni siquiera quitarse las legañas y animarnos él a nosotros para ponernos en marcha nos saca una lagrimilla de felicidad. Siempre nos hemos centrado en implicar a Oier en el viaje, a la hora de planearlo, a la hora de preparar el viaje y el material y en todas las tareas del viaje para que así lo sintiera como algo propio y no como algo impuesto. Hemos usado el carro durante 5 años aunque el ultimo año lo alternábamos con un Trailgator y así Oier hacia unos cuantos kilómetros en bici. Incluso le fabricamos una parrilla de bicicleta con una parrilla de asado.

Y los últimos dos años ya ha viajado él todo el viaje pedaleando, con su parrilla y sus alforjas llevando él mismo su propia ropa y juguetes.

El año pasado mandamos mediante Correos nuestras bicis a Tours con la intención de viajar durante unos 11 días hasta llegar a Paris en bici pero nos perdieron las bicis y parte del material que llevábamos en las cajas, incluyendo la tienda, un palazo. Aún y todo no nos vinimos abajo y supimos reaccionar, alquilar bicis y acortando el viaje hasta llegar a Orleans y desde allí viajar en tren a Paris.

Oier con sus 8 años ya ha viajado por Alemania, Austria, Francia, Portugal y Euskal Herria en bici. Este año también teníamos pensado un viaje por Alemania con unos amigos alemanes que hicimos en nuestro último viaje en bicicleta por Francia pero con todo este problema del Covid lo hemos aplazado para el próximo año y este año llevaremos las bicis en la furgoneta y viajaremos por los Pirineos.

No creo que nuestro caso sea ni único ni especial pero hemos pensado que te gustaría conocerlo un poco mejor. Esperamos no haber sido demasiado pesados. Si tienes alguna curiosidad pregúntanos sin reparos.

Ojalá te veamos algún día en alguna de tus charlas o en un encuentro fortuito, sería un placer poder intercambiar historias contigo.

Un abrazo de parte de Oier, Naia y Pello.» (Pello)

 

He resaltado en negrita algunas partes que me gustaría comentar.

«Que naciera Oier no lo tomamos como un problema para viajar sino que nos valió para ser mas creativos». De esto hablo siempre. Los problemas, si los miras bien, son oportunidades. Una bella manera de describirlo es considerar que pueden volverte más creativos. Como a ellos.

«Y los últimos dos años ya ha viajado él todo el viaje pedaleando, con su parrilla y sus alforjas llevando él mismo su propia ropa y juguetes». Puedo imaginar la felicidad de los padres de ver que su hijo hace una selección de qué puede llevar de viaje y qué debe quedarse en casa porque es pesado o voluminoso. Así, desde muy pequeño, aprende a tomar decisiones que le preparan para la vida. No le dicen lo que debe llevar, sino que el mismo Oier es responsable de sus decisiones. Impresionante forma de educar.

«Aún y todo no nos vinimos abajo y supimos reaccionar, alquilar bicis y acortando el viaje hasta llegar a Orleans y desde allí viajar en tren a Paris». Otro de los capítulos del libro se llama adaptación y es justo lo que ellos hicieron. Buscar soluciones y ejecutar un hermoso plan b.

«No creo que nuestro caso sea ni único ni especial pero hemos pensado que te gustaría conocerlo un poco mejor». Que casualidad que las personas más humildes sean las que más tienen que enseñar. Porque lo hacen desde la acción no desde la palabra.

No se a vosotros pero a mi me ha emocionado esta historia, de personas sencillas, que luchan porque su hijo conozca otro mundo, que viajan de manera consciente, sin ponerse medallas en el pecho y con simple honestidad.

Eskerrik asko Pello, Naia eta Oier, por compartir conmigo y con los lectores esta historia. Ya estoy deseando ver a Oier con el pendiente del biciclown en la oreja.

Gero arte.

Paz y Bien, el biciclown