Asia
Yata
Ya ta (que en Japones coloquial significa eyaculación precoz) y que para mí significa que he llegado por fin a la tierra del sol naciente. Uno de los países más caros de la tierra. Recorro los supermercados con las manos en los bolsillos y con el deseo en cuarentena. Mal momento ha elegido el euro para desplomarse frente al yen. Hoy he visto una zanahoria por medio euro, 5 rodajas de pan de sándwich por 3 euros… Busco solo artículos en liquidación, como 5 tomates mustios por un euro. En fin es lo que tiene vivir encima de la bici por el mundo. Los hoteles ya ni los miro. Los japoneses no me miran a mi. Pasan de largo aunque no falta quien me da un poco de agua, naranjas, galletas. Al día siempre hay un samaritano. Como el chico que me metió en la casa de sus padres. Nunca un extranjero había pasado del umbral. La casa era tan pequeña que no había camas. Costumbre japonesa parece ser la de recoger los colchones de día , airearlos, y sacarlos a la noche. Las estancias son salas multiusos. Qué remedio en un país tan poblado. Mi mecenas tenía 26 años y el mes que viene iniciaría su vuelta al mundo en bici. Pura causalidad.
Mirar adentro
En siete ocasiones he ido durante esta vuelta al mundo a un aeropuerto a buscar a Roberto, el Portu. Dos de ellas venía acompañado por su compañera Laura: Jordania y ahora China. En Mali, Namibia, Etiopía, Nepal y Laos Roberto venía solo. Cada una de sus visitas ha sido para mí un motivo de alegría, de recarga de baterías, de reforzamiento de nuestra sólida amistad. Tras pasar la Nochevieja en Shanghai en un tranquilo restaurante donde he probado por primera vez en mi vida el famoso Moët Chandon (la compañía mejor que el líquido) hemos volado a Pekin para visitar con ellos una ciudad que casi no conocía. Aunque he pasado por aquí meses atrás cuando incluso ofrecí mi conferencia en el Cervantes, no había salido demasiado. Tampoco había visitado los famosos lugares que, como suele ser habitual, se escapaban de mi presupuesto. Visita a la ciudad prohibida: 5 euros (en invierno) y 7 (en verano) a la gran muralla…
El misterioso hombre
Encontrar quién se esconde detrás de ese nombre me llevó dos años. Alguien que vive en la antigua capital de China que el 13 de diciembre sufrió una de las mayores masacres de la historia a manos de los japoneses. Tan dura que aún las empresas japonesas se lo piensan mucho antes de abrir en esta ciudad una fábrica. No triunfaría. El 13 de diciembre de cada año las sirenas de Nanjing recuerdan, entre la niebla, la lluvia y el frío, aquella barbarie en la época de la Segunda Guerra Mundial.
Por fin en China
En mi tercera entrada a China de esta vuelta al mundo he conseguido hacer el espectáculo. He tirado de muchas cuerdas para llegar hasta aquí. Institucionales y privadas. Ninguna era la buena. Al final la que valía era la de Philippe Tzou, un miembro de couchsurfing a quien contacté en Shanghai. Él me dio un par de contactos de algunas Ong´s que trabajaban en esta metrópolis. Tras intentarlo con todas al final la cuerda que dio resultado era la de HandsonShanghai. Tres voluntarios me acompañaron el día previo del show para charlar con el director de la escuela y ofrecerle el show.
6 añitos
Otro viernes, hace 6 años, salí en bici de mi ciudad. Muchos amigos entonces me acompañaban. Hoy algunos de esos siguen viajando conmigo desde internet, otros lo hacen por el cielo, y otros muchos se han metido a mis alforjas en el camino. No he tenido este año mucho tiempo para celebraciones y para abrir champán. Claro que para festejarlo hemos organizado el Sorteo 6×6=2191 con el que queremos regalar 6 fotos firmadas por mí y 6 dvd del documental A la velocidad de las mariposas a aquéllos que adivinen donde están tomadas las fotografías que se han seleccionado en la web de www.biciclowneldocumental.com De momento hay más de 137 participantes. El plazo acabará el 5 de diciembre así que aún podeis participar. De entre todos los acertantes sortearemos 6 fotos y 6 dvds para regalaros. Con todo nuestro amor.
El kit del viajero
Nunca uno lo ha conocido todo aunque a veces lo piensa. Nunca uno ha vivido toda clase de situaciones pero a veces cree que sí. Conocí hace unas semanas en Shanghai a un arquitecto de Castellón con un bonito nombre. Álvaro me seguía desde hace tiempo aunque nunca me lo había manifestado. Es algo habitual. No que me siga un arquitecto desde Castellón sino que la gente lo haga desde la sombra. Él me ha enseñado hoy algo que yo ignoraba: el kit del viajero.
Pekin azul-Shanghai gris
Durante todo el día estuve grabando una entrevista para el programa de TVE “Españoles en el mundo”. La reportera es de Guinea Ecuatorial (aunque ella cree que es de Madrid). Lucía tiene la piel de ese color canela que en toda África solo he tocado en las mujeres etíopes. Una piel que parece dorada por el último rayo de sol de la tarde, el que inspiró a Luis Rosales estos versos…
Un libro post-navideño
No llegaré a tiempo para la Navidad. El trabajo de escribir un libro es enorme. No es sólo una compilación de datos, anécdotas, estadísticas…; es un retorno a los últimos tres años de ruta. El mapa del mundo es mi espejo. Si levanto la vista de mi ordenador observo el mundo que he recorrido y el que recorreré. Un deseo inagotable de ser viento y de vivir más sencillamente. Cuando te has bañado en ríos helados, cuando te has metido dentro de la arena del desierto y cuando el agotamiento físico es una variante constante en tu ecuación diaria, la comodidad incomoda. Pero se agradece. Y nunca agradecerá bastante a una persona que ha hecho posible que pueda vivir unos meses en Shanghai. Ricard Tomás. Me abrió su casa sin condiciones. No me preguntó cuánto me quedaré sino si quiero vino tinto o rosado.
Un día en la Expo
El pasaporte de la Expo cuesta 3 euros. Es un documento lleno de páginas en blanco para que lo rellenes con los sellos de los pabellones de los países visitados. Es una nueva forma de viajar. La gente ya no visita Japón, sino el pabellón de Japón (seis horas de cola). No tiene que sufrir las incomodidades del jet lag y se planta en el pabellón de Italia (cuatro horas de cola). Ese pasaporte sin valor jurídico tiene un gran valor económico si está lleno con los sellos de todos los países que tienen pabellón en la Expo de Shangai. Hasta 700 euros se paga por el pasaporte sellado en internet. ¿Cuánto me pagarían por alguno de mis cuatro pasaportes completamente sellados? Estoy seguro que pocos tienen el sello del Reino de Bhutan.