Mirar adentro
En siete ocasiones he ido durante esta vuelta al mundo a un aeropuerto a buscar a Roberto, el Portu. Dos de ellas venía acompañado por su compañera Laura: Jordania y ahora China. En Mali, Namibia, Etiopía, Nepal y Laos Roberto venía solo. Cada una de sus visitas ha sido para mí un motivo de alegría, de recarga de baterías, de reforzamiento de nuestra sólida amistad. Tras pasar la Nochevieja en Shanghai en un tranquilo restaurante donde he probado por primera vez en mi vida el famoso Moët Chandon (la compañía mejor que el líquido) hemos volado a Pekin para visitar con ellos una ciudad que casi no conocía. Aunque he pasado por aquí meses atrás cuando incluso ofrecí mi conferencia en el Cervantes, no había salido demasiado. Tampoco había visitado los famosos lugares que, como suele ser habitual, se escapaban de mi presupuesto. Visita a la ciudad prohibida: 5 euros (en invierno) y 7 (en verano) a la gran muralla…