Tierra sin fin.

Comparadas con las carreteras de Angola estas me parecian autopistas en un principio. Luego en seguida uno se acostumbra a lo bueno y ya quiere mas. Es decir, menos piedrecitas y mas arboles.

Nunca habéis vivido eso de ser invitados a una fiesta, vestidos con la ropa normal, y encontraros con todo el mundo disfrazado? En ese momento parece que los que vais disfrazados sois vosotros.

En el mapa aparecía marcado un lugar de aguas calientes. Era mi meta aquella tarde. Pretendía que fuera una jornada de semidescanso, tras la paliza de los últimos días.

Generalmente no tengo vertigo. Al menos eso creia hasta que llegue al Boshua Pass. Si el pedal llega a tocar con el empredado me voy al suelo y supongo que iria rodando hasta abajo

El primer día en este país no fue fácil.

Tras el incidente fronterizo, decidí recorrer los diez kilómetros hasta Ruacana, por buscar una conexión a Internet. No había. Tampoco conseguí cambiar los dólares en dinero namibiano.