Balafon
Un sonido dulce como la piña salia de la Iglesia. Tan delicado era que la lluvia no se atrevio a interrumpirlo repicando sobre el tejado de laton. Eran las cinco de la tarde y aunque no habia comido y me disponia a caminar media hora hasta el pueblo para buscar algo que echarme a la boca, la musica ejercio su influencia e hizo que entrara en la Iglesia.