(Whatsapp). Desde hacía meses que no hablaba con ella, aunque recordaba que pronto, en Enero, se cumplirá un año desde que un conductor atropelló y mató a su querido hermanito en una carretera de Perú. Ella formaba parte del equipo nacional de Perú y entrenaba junto a su padre y su hermano Lance. No es casualidad que él niño de apenas doce años se llamara así. Su padre, Lucho, un enamorado de las bicis lo bautizó en honor al campeón de varios Tours de Francia (dejemos al lado la polémica de su dopaje, ¿si?).

Gracias a la ayuda de muchos de vosotros, conseguimos enviar a la familia unos 8.000 euros que destinaron a las costas del juicio y a reformar una casa para convertirla en hotel con lo que disponer de un medio de vida. Hasta la fecha los ingresos provenían de los pasteles y dulces que la mamá, Araceli, hacía y vendía en el barrio, y de las fiestas que mi amiga Angelita hacía como animadora, siguiendo los pasos de su padre, que se dedicaba también a organizar eventos. Una familia muy modesta del norte de Perú, en concreto Trujillo, que no obstante, abre de par en par las puertas de su casa a cuanto viajero pase por ahí. Más de 4.000 lo han hecho ya, sin pedirles a cambio nada. En este vídeo de youtube te cuento su historia. Por allí pasé en dos ocasiones. La primera vez conocí a Angelita, una niña pequeña,  y la segunda a una mujercita y a su hermanito Lance.

Volví a escribirle un mensaje hace días a Angela para ver cómo estaba y, al final de la conversación, me contó quitándole importancia al asunto, que le han encontrado un tumor de 3mm en la cabeza. No saben aún porque y lo único que le hacen es sacar sangre para analizar y atiborrarla de pastillas porque tiene náuseas, dolor de cabeza, apatía…

Ella no quiere oír hablar de recolectar dinero para su familia y dice que ya ha conseguido terminar su primer año de psicología. Estudió contaduría pero quiere trabajar de psicóloga para ayudar a las personas a superar sus traumas. La fuerza de esta mujer (aunque para mi seguirá todavía siendo una niña en mi memoria) es inusitada.

No ha pasado un año desde que un coche, delante de sus narices, matara a su hermano, y a pesar de su dolor emocional y físico ahora con el tumor, solo piensa en incorporarse a la universidad a cursar segundo año, confiando en que los análisis de sangre detecten pronto las causas de sus males. Bromea diciendo que no sabe qué se acabará antes si su sangre o el dinero para pagarlos. La sanidad pública en Perú es un chiste y debe acudir a clínicas privadas.

Normalmente los cuentos de navidad tienen final feliz.

En este cuento el final lo escribes tu. Su nombre Angela Francesca Ramirez Alva (Trujillo, Perú) y en cualquier oficina de Western Union no te pedirán más que eso y te harán una pregunta:  ¿Cuánto quiere enviar?

Paz y Bien, el biciclown.