La ausencia de indicadores me dificulto la llegada, pero hubiera sido mas facil si en vez de guiarme por el gps, lo hubiera hecho por el caminar de las vacas. Todas iban directas a darse un baño. Aunque aquello no era una piscina, sino mas bien una charca. Metro y medio de diámetro la parte mas grande y casi un palmo de agua.
Para mi era mas que suficiente. Aparque la bici y lave la ropa. Ya llevaba seis días sudando el mismo trapo y la cosa olía mal. Luego plante la tienda y encendí un fuego con el que cocinar a las brasas. Cocinar a llama ennegrece todo el fondo de las ollas. A la brasa es mas suave y benévolo con mi material.
Y por ultimo una ducha, en un entorno de oasis, rodeados de grandes montañas y con la atenta mirada de alguna vaca que seguro esa noche tendría algún reproche que hacerle a su toro. A la mañana siguiente aun queda algo de fuego para calentar el agua del café. Hay que reponer fuerzas pues un nuevo pinchazo de la rueda delantera espera ser reparado.